Un millón de contribuyentes cancelan deudas

En la pantalla de la computadora, Marianela Paredes observó cómo se desplegaba una larga lista de declaraciones de impuestos que estaban pendientes desde 2010. En total contó 16. La mayoría era de declaraciones de Impuesto al Valor Agregado (IVA) que no había presentado y 2 de Impuesto a la Renta (IR) que tenía pendiente.

Una contadora le indicó que debía pagar un promedio de $ 35 por cada declaración. Al final eran cerca de $ 500 por no declarar a tiempo el IVA.

Hace unos años abrió el  Registro Único de Contribuyentes (RUC) para prestar servicios profesionales, pero no lo hizo porque consiguió un trabajo en relación de dependencia. La joven profesional se descuidó, no cerró el RUC y tampoco presentó las declaraciones.

Con la Ley de Remisión de Intereses, Multas y Recargos logró ponerse al día en sus obligaciones con el Servicio de Rentas Internas (SRI). Marianela aprovechó el plazo de 60 días hábiles, fase que concluyó el 29 de julio de este año, para declarar los impuestos pendientes y se benefició del 100% de la remisión.

La normativa benefició a 1’016.444 contribuyentes, de los cuales el 90% correspondió a personas naturales y el 10% a sociedades y empresas. Esto demuestra que la ley tiene un tinte altamente social, afirmó Ximena Amoroso, directora general del Servicio de Rentas Internas (SRI).

José García es uno de los que pagó sus impuestos pendientes. Hace 5 años que afrontaba un proceso coactivo y le ocasionó varios problemas: no podía vender su producción ni contratar a alguien que lo ayudara en su finca bananera.

Por eso, cuando funcionarios del SRI se comunicaron con él para plantearle la posibilidad de pagar su deuda sin intereses ni multas, decidió pagar inmediatamente. Más allá de los $ 50.000 que ahorró, al fin pudo retomar su trabajo. Ese es el mayor logro.

‘Puedo trabajar otra vez’

Hace 35 años que Jorge Luis Loaiza se desempeña como fotógrafo profesional. Por un tiempo fue propietario de Loaiza Color, negocio que atiende en el centro de Loja; sin embargo, por inconvenientes no pudo cancelar los impuestos correspondientes. La deuda se acumuló y cada año se incrementaba.

Hace poco Loaiza, con la vigencia de la Ley de Remisión de Intereses, Multas y Recargos canceló los impuestos pendientes y se benefició de la condonación, lo que le significó un ahorro de alrededor de $ 30.000.

Loaiza regularizó su situación tributaria y retomó sus actividades económicas. La normativa lo ayudó y fue un apoyo sin precedentes para el sector comercial del país. (I)