Citigroup publica anualmente un informe sobre 90 países
Un índice sigue la pista al uso del dinero electrónico
Desde 2014, Citigroup y la Escuela de Negocios del Imperial College de Londres efectúan una evaluación de la utilización del dinero digital en 90 países. En su último informe, se destaca que la difusión del nuevo medio de pago depende de muchos factores más que la aplicación de la tecnología electrónica a las transacciones de bienes y servicios.
IR AL ESPECIAL SOBRE EL DINERO ELECTRÓNICO
La adopción del dinero digital implica un ‘camino largo’
Para construir un índice que permitiese comparaciones entre países, el Imperial College analizó cuatro ámbitos de las prácticas sociales relacionadas con el uso del dinero: las instituciones y su efectividad regulatoria; la infraestructura capacitante proporcionada por las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC); la existencia de oportunidades para realizar transacciones con dinero electrónico; y la disposición de las personas y empresas a usar innovaciones digitales.
A partir de los indicadores construidos para esa evaluación, los países fueron ubicados en 4 categorías que corresponden a las distintas etapas requeridas para la plena difusión del dinero electrónico.
En los ‘países con preparación incipiente’, como Venezuela y Argentina, además de que no existe la infraestructura básica de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), los servicios financieros son limitados o costosos.
En los ‘países emergentes’ existen las condiciones tecnológicas, financieras y regulatorias relevantes. No obstante, la difusión del dinero electrónico está limitada por: el tamaño de la economía informal; la ausencia de mecanismos para hacer cumplir las regulaciones; la carencia de un acceso barato a TICs y la preferencia por dinero efectivo.
En los ‘países en transición’ - como Panamá, Chile, Costa Rica y Brasil- se han implementado políticas para acelerar la adopción de dinero electrónico. Sin embargo, se requieren mayores inversiones para generar más soluciones digitales.
Por último, en los 23 ‘países materialmente listos’ para el dinero electrónico, -ninguno de los cuales está en América Latina-, la ciudadanía está familiarizada con las transacciones digitales. Allí, las instituciones públicas y privadas facilitan la inversión y la innovación relacionada con la conformación de un ‘ecosistema’ social para el empleo generalizado de dinero electrónico.
Emoción y experiencia influyen en el uso del dinero electrónico
El dinero digital es ya una parte integrante de la vida contemporánea cuyos principales beneficios incluyen la reducción de costos, el incremento de la velocidad de las transacciones y la inclusión financiera de amplios segmentos no bancarizados. Empero, en la mayoría de países, el apego a las monedas y billetes físicos es todavía notorio.
“La devoción de la gente por el efectivo (…) es una emoción compleja, influida por sensitividades políticas, financieras, culturales y socioeconómicas. La idea de que la riqueza o el ingreso sea representable por algo que no se puede sentir, tocar o contar físicamente es un fenómeno inusual para muchas personas”, destaca el informe.
Para extender la utilización del dinero electrónico, las políticas públicas combinan incentivos y castigos a las conductas económicas.
En Nigeria, por ejemplo, a través de una ley, se establecieron límites a los retiros diarios de efectivo que las personas y las empresas podían realizar de sus cuentas bancarias. Se promovió así el uso del dinero electrónico al punto de que, en promedio, el 61% de los salarios de las grandes empresas es pagado actualmente de manera electrónica.
La infraestructura es la clave para propiciar mayores avances
En 2015, los ‘países materialmente listos’ lograron mayores y mejores soluciones digitales invirtiendo en una nueva generación de infraestructura móvil de banda ancha que ampliar la disponibilidad del servicio, especialmente en las actividades cotidianas “tercamente aferradas al efectivo”.
“El éxito del servicio de taxis Uber, así como las opciones de pago por adelantado en algunos cafés y restaurantes como Starbucks, muestran cuán fácilmente pueden los consumidores cambiar a nuevos modelos de pago y ha incentivado a una nueva camada de emprendedores a pensar en la tecnología en formas diferentes”, indica el informe del Imperial College. (I)
DATOS
Cinco usos de dinero electrónico tienden a alcanzar mayor frecuencia y difusión a nivel mundial: el envío de remesas; el pago de consumos al por menor; las operaciones entre pequeñas y medianas empresas; el comercio online; y los pagos de seguridad social, pensiones y devoluciones tributarias.
Hasta $ 400 mil millones anuales se logran en beneficios debido a la conversión del 25% de las transacciones basadas en dinero convencional hacia dinero digital.
El 50% de los costos del envío de remesas puede lograrse utilizando como medio de transferencia al dinero electrónico.
A nivel mundial, $ 80 mil millones anuales de ahorros lograron las pequeñas y medianas empresas utilizando dinero electrónico en sus operaciones con grandes empresas.