Trump restringió la exportación de limón argentino
Tres días tardó Donald Trump en poner en aprietos a la Argentina. Poco le importó que en sus años mozos haya sido compañero de juergas nocturnas de Mauricio Macri en Nueva York, cuando ambos eran jóvenes y montaban lucrativos negocios inmobiliarios conjuntos.
¿La causa? Trump postergó durante 60 días el acuerdo comercial entre ambos países que permitía el ingreso de limones argentinos a EE.UU., un “golpe” durísimo para los productores de la provincia de Tucumán, en el norte del país. Al conocerse la noticia, las acciones de la citrícola San Miguel, responsable del 15% del procesamiento de la producción mundial de limones, cayeron 7%.
Lo curioso es que el 23 de diciembre pasado, el saliente gobierno de Barack Obama había dado luz verde a la importación de limón fresco tucumano, tras arduas gestiones del gobernador provincial, Juan Manzur (“kirchnerista”) y el propio Macri.
Los productores quedaron devastados. “La noticia nos cayó mal, no tenemos otra manera de recibirla porque teníamos una fuerte expectativa de poder retomar las exportaciones de frutas frescas al mercado norteamericano. Se ha trabajado mucho tiempo para poder hacerlo”, dijo el presidente de la Federación Argentina de Citrus, José Carbonell.
Los productores argentinos tenían la expectativa de exportar entre 10 y 15 mil toneladas de la fruta a la costa este de EE.UU. “Si el gobierno de Trump define no volver a autorizar el ingreso de limones tucumanos sería un golpe y un retroceso porque los productores han invertido mucho esfuerzo y dinero para poder retomar las ventas”, sostuvo el dirigente.
Desde el gobierno de Macri, los funcionarios quedaron con la boca abierta. “Se han cumplido los pasos sanitarios y políticos, hay un derecho de oposición que se ejerce en el Congreso y eso se ha superado. Estamos a la espera, pero cada país es soberano en cuanto a sus decisiones”, dijo el ministro de Agroindustria, Ricardo Baryaile.
Macri había anunciado con bombos y platillos la reanudación de las exportaciones de limones después de 15 años de prohibición y de 9 de intentos permanentes por revertir la veda impuesta después de que en 2001 EE.UU. canceló el ingreso de la fruta por cuestiones sanitarias. Argentina es considerado el principal país productor y exportador mundial de limones con una producción de un millón y medio de toneladas anuales. El país exporta el 95% de su producción.
Además, el gobierno anunció en diciembre pasado que estaban muy avanzadas las gestiones para volver a exportar carne fresca vacuna a EE.UU., pero ahora todo quedó en veremos. Este mercado está cerrado para Buenos Aires también desde 2001 por un brote de fiebre aftosa que afectó al país austral. La enfermedad fue superada y Argentina logró el año pasado que la Organización Mundial de Comercio (OMS) fallara a su favor y en contra de las restricciones estadounidenses a la carne argentina.
En los últimos años, según un estudio de la consultora ABECEB, Argentina exportó solo jugo de limón a EE.UU. por $ 57 millones, lo que representa un 12,6% del total comercializado por $ 455 millones (en jugo y limones frescos) en los primeros 11 meses de 2016. La suspensión decretada por Trump, de acuerdo al reporte, provocará que dejen de ingresar unos $ 20 millones adicionales aunque algunos se animan a fijar la cifra en $ 50 millones.
La idea de los productores era exportar hasta 20 mil toneladas anuales a EE.UU. Solo en Tucumán la industria limonera emplea a 50 mil personas.
En los pasillos de la Casa Rosada ven cómo se va por la cañería un año de acercamiento diplomático con Washington tras la asunción de Mauricio Macri, que dejó atrás 12 años de rispideces durante el “kirchnerismo”. Hoy EE.UU. tiene un superávit de $ 2.101 millones en su balanza comercial con Argentina (exportó $ 7.025 millones e importó por $ 4.923 millones el último año, según la consultora ABECEB).
“Si arreglamos con los holdouts vamos a poder arreglar con Trump. La economía se cerrará, pero tampoco puede cumplir con todo lo que dijo en la campaña porque lo primero que perjudicaría sería el propio crecimiento de EE.UU”, dijo el economista José Siaba. Pero si el gobierno busca inversiones, acotó, “muchas van a quedar en stand by”.
¿Se resentirá el flujo de inversiones hacia Argentina? “Nadie tiene una respuesta. Entramos en tiempos turbulentos. Ajústense los cinturones”, opinó el especialista Esteban Rafele.
Pero desde el gobierno son optimistas. “Argentina está en camino de cumplir su objetivo de crecimiento y debería seguir inmune a la ola creciente de proteccionismo en EE.UU”, dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. El “impacto” de las políticas proteccionistas de Trump, a su juicio, será “marginal” porque Buenos Aires sigue siendo una economía relativamente cerrada. Más allá del optimismo oficial, los productores de varios bienes están en alerta. (I)
DATOS
En 2016, Argentina exportó $ 57 millones a EE.UU solo en jugo de limón, según la ABECEB.
Un superavit de $ 2.101 millones se mantiene entre ambos países. Se exportaron $ 7.025 millones y se importaron por diversos productos $ 4.923 millones.
Las empresas estadounidenses han invertido $ 19.800 millones en varias ciudades argentinas.
Entre 10 y 15 mil toneladas de limón aspiraban a exportar los agricultores argentinos a la costa este de Estados Unidos este año.