Este 20 de julio, Ecuador presentó oficialmente al mercado internacional la Solicitud de Consentimiento para reestructurar el pago de la deuda de 10 bonos globales con mejores condiciones de financiamiento.

La propuesta fue anunciada el 6 de julio y hasta la última semana, el país ha conseguido el apoyo del 53% de los tenedores de bonos, informó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Para que la propuesta ecuatoriana se haga efectiva, es necesaria una aceptación del 50% de tenedores sobre el capital de cada bono y del 66% sobre el monto agregado de nueve bonos globales. El Bono 2024 (de un monto nominal de $ 2.000 millones) requiere la aprobación del 75% de los inversionistas, por tener cláusulas distintas acordadas en su negociación inicial.

Los tenedores de bonos tienen hasta el 31 de julio para realizar la votación y la fecha límite para concluir la reestructura es el 15 de agosto.

La propuesta ecuatoriana consiste en intercambiar 10 bonos globales por nuevos bonos con mejores condiciones de pago. Así, los bonos con vencimiento desde 2022 hasta 2030, que suman un capital $ 17.375 millones, con una tasa de interés promedio de 9,2%, se convertirán en bonos 2030, 2035 y 2040 equivalentes a $ 15.835 al 5,3% de interés promedio.

Además, se duplicará el plazo de pago de 6,1 años en promedio a 12,7 años. También se extenderá el período de gracia a cinco años en el capital y prácticamente dos años en el interés. Y se diferirán los intereses no pagados y acumulados (aproximadamente $ 1.060 millones entre marzo y agosto) para pagarlos entre 2026 y 2030, con 0% de interés.

El MEF indica que esta reestructuración, en caso de ser aceptada, será un importante alivio para el país y permitirá que más recursos sean destinados al manejo de la crisis sanitaria y a la reactivación y recuperación de la economía.

No obstante, aclara, aún se necesitará que, en este y los próximos gobiernos, se profundice la disciplina fiscal y se busque acceso a más recursos externos para lograr una recuperación sostenible. El monto negociado representa el 29% de toda la deuda pública.

La respuesta favorable que ha tenido el país viene del grupo ad hoc de tenedores que posee el 53% de los bonos soberanos del país. Ayer  reiteró su aceptación a la propuesta y manifestó que la finalización exitosa de las negociaciones será “una contribución sustancial para garantizar la sostenibilidad de la deuda externa en el mediano plazo”.

Agregó que la reestructuración de la deuda sentará un precedente importante en los mercados emergentes en un contexto poscovid-19.

El FMI también apoya la iniciativa de Ecuador. Su vocero principal, Gerry Rice, dijo que esperan que todas las partes involucradas colaboren para finalizar el acuerdo que ayudará a poner la deuda pública del país en un camino sostenible. “Continuamos trabajando estrechamente con las autoridades ecuatorianas en un programa sucesor respaldado”, acotó.

Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano, celebró que la adhesión del 66% de los tenedores de bonos esté cerca. “Hasta fin de mes alcanzaría la meta. Marcaría un punto de quiebre de expectativas negativas, abriendo la puerta para nuevas líneas de financiamiento de los multilaterales”. (I)