Ecuador está trabajando con otros países de la región para crear un corredor andino eléctrico
Subestación El Inga transformará la energía generada por la central Coca Codo Sinclair
“Esta es una inversión productiva que generará nueva riqueza para Ecuador”. Con esas palabras el vicepresidente de la República, Jorge Glas, puso en funcionamiento parcial a la subestación eléctrica más grande del país, ubicada en el sector de El Inga, al oriente de Quito.
Dos años de trabajo y alrededor de $ 100 millones han posibilitado que la obra se encuentre en su fase final, con una extensión de 17 hectáreas y con tres patios de 500, 230 y 138 kilovoltios.
El Inga forma parte del Sistema Nacional de Transmisión (SNT) de 500 (kV), con una inversión que bordea los $ 670 millones, la cual está integrada por otras 3 subestaciones similares: San Rafael (en Coca Codo Sinclair), Tisaleo (Tungurahua), y Chorrillos (Guayas). De esta manera se podrá interconectar a las ciudades de Quito y Guayaquil.
Las subestaciones están enlazadas por 600 kilómetros de líneas de transmisión que permitirán la operación de 500.000 kV, que se suman a los 300 kilómetros de líneas de transmisión de 230.000 voltios, según indicó Rafael Poveda, ministro coordinador de Sectores Estratégicos.
Tan solo el primer patio de 500 kV posee un poder de transformación de 1800 MVA (megavoltioamperios), lo que representa el 15% de toda la capacidad del SNT.
Glas señaló que El Inga captará la energía proveniente de los proyectos hidroeléctricos Coca Codo Sinclair y Sopladora. La última central iniciaría operaciones de prueba en los próximos días, aseguró.
Poveda aclaró que la obra está “prácticamente terminada”. Restan hacer ajustes de sincronización para permitir el despacho de energía generada en las pruebas de las turbinas de Coca Codo Sinclair.
Glas, por su parte, adelantó que en pocos días la hidroeléctrica empezará a producir electricidad.
Se contempla que la energía que transforme la subestación sirva para brindar a la capital un servicio de mejor calidad, para atender la demanda de las zonas industriales y del aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela. Además beneficiará a las provincias de Imbabura y Carchi.
Esteban Albornoz, ministro de Electricidad y Energía Renovable (MEER), manifestó que lo anterior es posible porque El Inga se conectará con las subestaciones Pomasqui y Santa Rosa, al norte y sur de Quito, creando un anillo eléctrico de 230.000 voltios.
Exportación de energía
En diferentes ocasiones, distintas autoridades del Gobierno Nacional han manifestado que una de las consecuencias positivas del cambio de la matriz energética sería que el Ecuador estaría en capacidad de exportar energía hacia los países vecinos de Colombia y Perú.
El Inga constituye un paso importante para alcanzar esa meta. De hecho, según dijo el Vicepresidente, actualmente el país ya vende electricidad a las naciones cercanas. A Colombia se estarían exportando 500 megavatios (MW), mientras que a Perú, 100 MW, expresó.
Y es que, conforme a lo planificado, en 2016 entrarían en funcionamiento las 8 centrales hidroeléctricas que permitirán duplicar la capacidad instalada, pasando de 3.770 MW a 6.779 MW.
“De esta forma, Ecuador podrá recibir en el futuro ingresos por hasta $ 200 millones anuales por exportaciones de electricidad”, añadió Rafael Poveda, recordando que la operación de las hidroeléctricas provocará un ahorro general de $ 1.200 millones.
Pero las cosas no se detienen ahí. La idea, explicó el titular de Sectores Estratégicos, es crear con varios países de la región un corredor andino que permita transportar energía eléctrica desde Colombia, pasando por Ecuador, Perú, Chile y Bolivia.
Situación en Toachi-Pilatón
Rafael Poveda se refirió a la hidroeléctrica Toachi-Pilatón, respecto de un aparente conflicto con la constructora rusa INTER RAO UES en cuanto a los montos de inversión, asegurando que se están ajustando los cronogramas para iniciar operaciones este año.
Aseguró que existen “muy buenas” relaciones con la empresa. A propósito de aquello, una delegación del Ministerio viajará a Rusia para suscribir un adéndum al contrato de financiamiento. “Ellos (la empresa) han manifestado total apertura para el tema, al igual que nosotros, entonces se va a resolver muy pronto”, afirmó el funcionario.
Eliminación del subsidio eléctrico
Frente a las diversas opiniones emitidas por la eliminación de la subvención del servicio eléctrico a los sectores industrial y comercial, Esteban Albornoz reiteró que la medida no afectará a la gran mayoría de usuarios de estos segmentos.
“No se han cambiado las tarifas a todos los clientes industriales o comerciales, sino únicamente a los que se encuentran en media y alta tensión”, precisó, al tiempo de puntualizar que el Gobierno Nacional persigue la eficiencia energética a través de la focalización de subsidios. Para Albornoz, el componente de electricidad en el sector industrial representaría cerca del 5% en la estructura de costos. “No van a tener ni el 1% de afectación en los costos de producción”, dijo.
La decisión la tomó el directorio de la Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel) el 31 de diciembre de 2015, fijando un ajuste de $ 1,19 por kilovatio hora (kWh) a clientes industriales y $ 1,6 kWh a clientes comerciales. (I)