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Las 'startups' tienen dentro de su ADN la capacidad de crecer con poca inversión
Hace un año y cuatro meses que Corefit Functional Training abrió sus puertas en un centro comercial en el noroeste de Guayaquil.
La idea nació en una pareja de jóvenes que siempre tuvo la cultura de ejercitarse y llevar una vida saludable. Sin embargo, no encontró un espacio que ofreciera clases personalizadas, se preocupara por sus necesidades específicas o entrenara niños con necesidades especiales.
Ese fue el punto de partida. Susy Mora y Javier Aroca, dueños del gimnasio, arriesgaron sus ahorros para emprender, una decisión difícil por la incertidumbre de abrir un nuevo negocio en un sector competitivo.
“Hicimos un estudio y notamos que en esta zona nadie ofrecía el servicio. Los primeros meses no vimos réditos, recién al sexto observamos la recuperación de la inversión, pero siendo cautelosos”, comenta Mora, quien tiene entre sus suscriptores niños con Asperger.
El enfoque de Corefit se basa en ejercicios funcionales (integrar todos los movimientos del cuerpo). Foto: Lylibeth Coloma / El Telégrafo
Este es un ejemplo de cómo el ecosistema de las startups ecuatorianas son un laboratorio, en el que emprendedores e inversionistas lanzan ideas, las prueban, corrigen errores y establecen negocios con alto potencial de crecimiento.
Estos modelos generalmente tienen una base tecnológica y sus clientes están dentro y fuera del país donde operan. Y según su potencial de expansión tienen la posibilidad de acceder a fondos de inversión.
Para Juan Carlos Salazar, director de la agencia de marketing digital e innovación Engage, las startups son una compañía en etapa temprana que a diferencia de una mipyme (micro, pequeña y medianas empresas) tienen en su ADN la escalabilidad. Es decir, crecen de manera ágil y aprovechan las tecnologías digitales.
Con una inversión inicial de $ 10.000 en infraestructura, más $ 5.000 en implementos y equipos, los propietarios de Corefit Functional Training destinaron sus ahorros, producto de su empleo tradicional, para arriesgar por un negocio que además de generar ingresos les permita gozar del tiempo en familia.
Carmen de la Cerda, directora de Buen Trip Hub, una aceleradora de emprendimientos, señala que en el país se “cocinan” muchas iniciativas vinculadas a las startups.
“Es un ecosistema que madura y se prepara para salir a la región y al mundo. La idea es que sea un organismo vivo, que incorpore nuevos actores, que piensen en soluciones para problemas globales”, explica.
Según el último reporte de Radar Tech Startup 5.0, publicado por Buen Trip Hub, hasta agosto de este año tienen registrados 172 emprendimientos en comparación a la versión de principios de año, en la cual se contaba con 159 iniciativas.
El segmento Fintech (grupo de empresas que brindan servicios financieros apoyadas en la tecnología) es el más amplio con 34 startups. No obstante, hubo un ligero aumento en los segmentos de economía colaborativa (20 negocios), e-commerce con 19 y educación con 15.
En menor número están las startups vinculadas con logística (12), salud (10), entretenimiento (9), proptech (8), hardware (7), recursos humanos (6), turismo (4) y relacionadas con el área legal (2).
Salazar sostiene que los emprendedores deben investigar el mercado y analizar su sensibilidad. Es decir por qué están dispuestos a pagar y qué es lo que buscan de un producto o servicio.
Antes de invertir, considera que es esencial buscar el tipo de persona que reúne las características del público objetivo. “Las redes sociales son un recurso para encontrar ese nicho.
En Ecuador somos alrededor de 17 millones y en Facebook está el 60% de la gente. Además ha segmentado casi 5.000 variables de cada individuo, por lo que es posible encontrar el grupo objetivo para un negocio”.
Otro de estos negocios es Puerto Maní, que en un tiempo relativamente corto cuenta con dos establecimientos en Guayaquil: en Food Garden y en Mercado del Río.
La propietaria, Silvana Gencón, comenzó con el negocio en 2016 preparando los cebiches “a lo Jipijapa”, desde su casa y entregándolos a domicilio solo los fines de semana.
La demanda aumentó de forma considerable y vio la oportunidad, con una socia estratégica, de abrir su primer local (el año 2018). “La inversión inicial fue de $ 20.000 y decidí compartir el espacio con una socia, porque en ese momento me resultaba caro pagar sola el local. Yo atendía la cebichería en la mañana y ella su negocio en la noche”.
El lugar que ofrece cebiches al estilo manabita y preparados con una receta secreta que ha pasado por su familia de generación en generación: la salsa de maní. Añadir esa mezcla al plato permitió que creciera en menos de un año y no descarta la posibilidad de inaugurar un nuevo local hasta fines de 2019.
Inició con cinco colaboradores y hoy tiene 12. Considera que en estos casi dos años se enfrentó a algunos retos, como la presencia de otros establecimientos. Sin embargo, reconoce que eso la impulsa a continuar innovando, además de mantener la calidad de sus platos y en el servicio.
Instagram también ayudó al posicionamiento de su marca. Para Gencón, Ecuador es un país de emprendedores, pero que la tramitología y la falta de líneas de financiamiento estancan a las personas que desean empezar un negocio propio.
Puerto Maní se caracteriza por incorporar ese ingrediente a los cebiches de pescado, camarón, calamar, pulpo o mixto, lo que atrae a sus clientes. Foto: Lylibeth Coloma / El Telégrafo
Al respecto, Salazar señala que la tendencia económica dificulta la generación de trabajos fijos, por lo que el ecuatoriano es recursivo y busca nuevas formas de salir adelante.
Una startup puede arrancar con una inversión de $ 5.000, pero suele ser de corta vida por el tipo de cliente al que está expuesta.
Para ser sostenible considera esencial reinventar constantemente el producto o servicio, según las exigencias del cliente. (I)
ALGO MÁS
Su principal objetivo
La finalidad de estas compañías es encontrar un modelo de negocio que, además de ser rentable, pueda ser reproducido sin mucha inversión y que en el futuro se desarrolle como una empresa a gran escala.
Reportes en Ecuador
Según las últimas cifras de Radar Tech Start Up, elaborado por la aceleradora de emprendimientos Buen Trip Hub, hasta agosto de este año 2019 las compañías ecuatorianas se movían más en el sector de las “fintech”.
¿Cómo se financian?
En Ecuador las startups cuentan con apoyo de empresas privadas que se convierten en incubadoras, aceleradoras o inversionistas. (I)
SOLUCIONES
01
El dropshipping, otra opción de negocio
Si ya posee un ecommerce o está por montar uno, mediante la creación de acuerdos y negociaciones con un fabricante o mayorista, podrá vender en su tienda “online” artículos o productos que realmente no posee en stock. Es decir, se encargará de funciones puramente administrativas, como la gestión de pedidos, cobros, atención al cliente o posibles interesados. En Ecuador aún es un campo que no se ha explotado y que es posible dinamizarlo.
02
La tecnología es una aliada
Su uso es importante porque ahorra tiempo y recursos, como el correo electrónico, Skype o las redes sociales. Se puede entablar conversaciones con proveedores en cualquier parte del mundo, además de potencializar la marca y llegar al grupo objetivo. Considerar contratar un director de tecnología es fundamental para elegir la codificación y la plataforma adecuada para que la “startup”, se desarrolle con apoyo de la tecnología.
03
La financiación, ¡el reto!
El acceso a recursos es el mayor reto que tiene una “startup” en el país. Así lo reconocen los emprendedores y lo confirman las aceleradoras de iniciativas de base tecnológica que operan en el país. Salazar sugiere que los bancos bajen sus tasas de interés y que los procesos legales para la importación y exportación sean más ágiles para que estas compañías se dinamicen. Otras formas de obtener capital son plataformas como Business angel, Confirming y Crowdlending. (I)