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La sostenibilidad conduce a las empresas hacia la conciliación laboral
La conciliación, generalmente concebida como una alternativa extrajudicial a la solución de conflictos, también está ligada a los ámbitos laboral y familiar.
Las organizaciones, a escala global, han comprendido que un salario competitivo no es suficiente para atraer y retener a los mejores talentos, y que su bienestar está estrechamente ligado a la productividad.
La reflexión no es ajena en Ecuador en los sectores público y privado. La legislación laboral ya incorpora el teletrabajo como “la prestación de servicios lícitos y personales, con relación de dependencia, de carácter no presencial, en jornadas ordinarias o especiales, fuera de las instalaciones del lugar donde labora”.
De acuerdo con la fundación española Másfamilia, creadora del Certificado EFR (Empresas Familiarmente Responsables), la conciliación laboral va más allá y es un valor transversal que impacta en lo interno (competitividad) y externo (reputación).
Empresas eficientes
La conciliación laboral busca equilibrar la vida personal y laboral, sin afectar la eficiencia y la productividad. El beneficio inmediato para el trabajador está en la optimización del tiempo y un ahorro económico en movilización, alimentación, etc. En las empresas, el compromiso y la satisfacción de su gente impacta positivamente en la reputación y los índices de productividad y competitividad.
En un encuentro virtual, organizado en Quito por Grupo LILA, Isabel Hidalgo, mánager de relaciones institucionales de Másfamilia, explicó que la búsqueda de la conciliación responde a que el uso de la tecnología ya no permite discernir qué es trabajo y qué es personal. “Estamos pendientes de la oficina casi los 365 días del año sin una barrera que posibilite la desconexión; es el efecto de ser la primera generación globalizada”.
El síndrome del trabajador quemado (burnout), que figurará en la próxima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud como un problema asociado al empleo o al desempleo, es otro riesgo que evidencia la necesidad de la conciliación. “Este no es un tema de mujeres ni de madres, depende de los intereses de cada persona que integra la empresa y de la estrategia de negocio”.
A su criterio es un error separar el concepto de negocio de las personas. Por ello las bases de la conciliación incluyen cinco conceptos: legalidad en el empleo, flexibilidad, apoyo a la familia, desarrollo personal y profesional e igualdad de oportunidades, todo ello permeado en las distintas escalas jerárquicas de una empresa.
Entre las modalidades de empleo que facilitan la conciliación están las jornadas nocturnas, la flexibilidad parcial y total, el smart working (trabajo remoto) y el teletrabajo.
El concepto -aclara Hidalgo- está pensado en la inclusión de personas con discapacidad, de sus cuidadores, en el desarrollo personal del trabajador y la adquisición de nuevas competencias, y en la inclusión generacional y de nacionalidades, etc.
La experiencia ecuatoriana
Isabel Jácome, gerenta comercial de Grupo LILA, comenta que en Ecuador empresas como Salud S.A., Banco Pichincha, Seguros Equinoccial y GPF (Fybeca) aplican hace años distintas formas de flexibilidad como el “viernes de verano”, donde la jornada de ese día se reduce a la mitad o el teletrabajo hasta dos días a la semana.
Los indicadores -afirma- revelaron un incremento en la sensación de bienestar de la gente y en la reducción de gastos operativos. Además, el índice de cumplimiento mejoró.
Miguel Ángel Celedon, presidente ejecutivo de Corporación GPF, recientemente adquirida por el Grupo Socofar, resalta de la organización que la mayoría de cargos de decisión está liderados por mujeres, una práctica que le interesa replicar.
El compromiso de la gente con la marca -afirma- fue un factor diferenciador que ayudó a tomar la decisión de comprar una empresa familiar “auténticamente ecuatoriana”.
Con 4.383 empleados, Hellen Andersen, directora de Desarrollo Organizacional de GPF, sostiene que cuentan con un plan de carrera y usan bandas salariales que garantizan la equidad de género. Su Código de Ética incluye la cero tolerancia al acoso laboral y se preocupan por la formación de su gente en temas como finanzas personales, empoderamiento femenino y violencia intrafamiliar.
“Cuando hablamos de atracción y “enamoramiento” -no retención- del talento, la conciliación es intrínseca al salario. Un incremento salarial genera un compromiso de seis meses, mientras que la conciliación está siempre presente en los estudios de clima laboral”, reitera la representante de Másfamilia.
Ecuador incursiona en la flexibilidad
Isabel Jácome, gerenta comercial de Grupo LILA, indica que la jornada flexible incluye cuatro factores: libertad para la disposición del tiempo del colaborador (la empresa vigilará el cumplimiento de objetivos); se basa en la confianza y es voluntario; se mide con indicadores de productividad y motivación (porcentaje de rotación, ausentismo y los costos de formación de personal nuevo); y existe un monitoreo de los indicadores económicos relacionados con el consumo de servicios básicos, arriendo, suministros, parqueaderos, uniformes, etc.
El Ministerio de Trabajo realizó un plan piloto de teletrabajo (enero a marzo de 2019) con 30 colaboradores, un día a la semana. Los indicadores determinaron que el personal ahorró 39% en transporte y 23% en alimentación; el 54% dijo sentirse más saludable, el 69% con menos estrés y el 85% más feliz; su productividad se elevó un 23% y el cumplimiento de objetivos para ese período llegó a 99%.
Héctor Guanopatín, viceministro de Trabajo, reconoce que la globalización y el avance vertiginoso de la tecnología han hecho que la comercialización de bienes y servicios se traslade al smartphone. “Eso también propone nuevas formas de trabajo. Si no sabemos incorporarnos como empresas y como país a esa forma de producir y comercializar bienes y servicios podemos elevar más las tasas de desempleo y subempleo”.
En Ecuador hay una población económicamente activa (PEA) de 8 millones, de los cuales solo 3,1 millones están afiliados a la seguridad social (trabajo decente).
El Gobierno impulsa una reforma laboral que incluya la flexibilización de la jornada de 40 horas, previo acuerdo entre empleador y empleado. “La norma tiene que evolucionar. Por ejemplo, la jornada de quienes venden desayunos se extiende máximo hasta las 11:00, una jornada obligatoria de 8 horas es improductivo y genera costos adicionales”.
Con una jornada flexible -añade Guanopatín- las personas hallarán otra forma de empleo con jornadas parciales o teletrabajo, otra forma de aumentar ingresos para la PEA y de dinamizar la economía”. (I)
En las instalaciones de Corporación GPF los representantes de varias empresas dialogaron sobre la conciliación laboral. Foto: Miguel Jiménez / DC
ALGO MÁS
¿Qué es la Certificación EFR?
El modelo de gestión EFR funciona como otro modelo de calidad o cuidado del medio ambiente, pero que permite conocer a las personas que forman parte de una empresa para responder a sus necesidades. Es un modelo orientado a trabajar por objetivos.
Las oportunidades que ofrece
En Europa las compañías certificadas en Carbono Neutro, en Sostenibilidad, tienen un mercado potencial entre los millennials que buscan productos alineados con sus valores.
La implementación
En Ecuador, Grupo LILA es el ente autorizado para asesorar y acompañar a las empresas que buscan la certificación. El proceso puede tomar de 4 a 9 meses, según el número de colaboradores.
APUNTES
01
Las áreas operativas y el teletrabajo
A diferencia del área administrativa, quienes laboran en líneas de producción (fábricas) no pueden acogerse al teletrabajo o jornada reducida. Para ellos la conciliación impulsa otras formas de compensación que mejoren la calidad del empleo como el apoyo a sus familias y el desarrollo profesional. La empresa Nutresa de Colombia, por ejemplo, creó un banco de horas extras para que tengan dos días libres al mes para sus actividades personales. (I)
02
El teletrabajo en la legislación
En Ecuador hay tres tipos de contrato bajo relación de dependencia que rigen el teletrabajo temporal o permanente. En ningún caso la jornada puede superar las 40 horas semanales y permiten al empleado laborar fuera de las instalaciones de la empresa con el apoyo de la tecnología. Prioriza los grupos vulnerables, como madres en período de lactancia, embarazadas y personas con discapacidad o con enfermedades catastróficas. (I)
03
El empleado conserva sus beneficios
El teletrabajador conserva los mismos beneficios que uno en relación de dependencia y el empleador debe velar por su salud y seguridad ocupacional. El colaborador recibe un adendum al contrato para especificar la modalidad de trabajo. Si es teletrabajo parcial (no más de 24 horas fuera de la oficina) o una jornada parcial (menos de 40 horas semanales), el colaborador percibe un salario proporcional a las horas trabajadas. (I)