Con las expectativas que genera un gran potencial de reservas hidrocarburíferas, por más de 1.597 millones de barriles en un escenario optimista, ya está abierta la XI Ronda de Licitación Petrolera, en la que el Estado ecuatoriano busca la contratación de empresas extranjeras públicas y privadas para que realicen inversiones exploratorias en 13 áreas extractivas.

El proceso, conocido como Ronda Suroriente, espera incrementar la producción petrolera en 1.955 millones de barriles de petróleo en los próximos 24 años.

La Secretaría de Hidrocarburos del Ecuador (SHE) estima que las extracciones para las empresas públicas que participarán en la licitación serían de 1.740 millones de barriles, mientras que para las privadas de 215 millones. Al comparar estas cifras con las reservas remanentes de no producción (1.482 millones de barriles)  se evidencia la rentabilidad que el proceso licitatorio tendría para el país.

Del subsuelo se extraen 188 millones de barriles de petróleo, lo que significa que al ritmo actual de explotación dejaría reservas para diez años, afirmó el presidente Rafael Correa en su última cadena sabatina, con lo que justificó el nuevo proceso de licitación. 

El Primer Mandatario añadió que el proceso se realizará con las más estrictas normas ambientales y sociales, por lo que los participantes pagarán al Estado como anticipo de utilidades un total de 115 millones de dólares, que serán divididos entre los 13 bloques y que se destinarán para atender las necesidades de las nacionalidades huaorani, kichwa, zápara, shuar y andoa, entre otras, que se asientan en las zonas de influencia en las que se extraerá el crudo.

Los contratos

Estos contratos se firmarán bajo la modalidad de prestación de servicios con el pago de una tarifa por cada barril extraído, que oscilará entre  30 y 40 dólares. Allí se reconocerán los costos de producción del hidrocarburo, excepto el de transporte que será pagado por el Estado ecuatoriano.

Las inversiones que las participantes realizarán tienen previsto bordear los 1.200 millones de dólares, en contratos con plazos de cuatro años para la fase de exploración y de 20 para la de explotación. Sin embargo, esto implica un riesgo, ya que si estos valores caen por debajo de 40 dólares por barril, el Estado  seguirá pagando la tarifa negociada con la petrolera, dijo el ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor.

El funcionario explicó que las compañías que participen deben efectuar trabajos de exploración en las áreas cretácicas (unos 10.000 pies de profundidad) y precretácica (entre 17.000 y 25.000 pies de profundidad).

Las ofertas serán presentadas por las compañías hasta el 30 de mayo de 2013. En los meses siguientes se abrirán los sobres 1 y 2, se realizará el orden de prelación y se negociará. Se espera firmar los contratos, bajo la modalidad de Prestación de Servicios con tarifa fija, hasta noviembre de 2013.

Precisó que independientemente de que las compañías adjudicatarias encuentren o no petróleo en la fase de exploración deberán entregar recursos económicos al Estado, para invertirlos en proyectos sociales y de desarrollo para atender a las poblaciones en zona de influencia.

Las empresas

Hay una veintena de empresas que han mostrado interés de participar en la licitación, entre ellas las colombianas Pacific Rubiales, Conacol y Petrominerales, la canadiense Talisman Energy y la española Repsol, que ya cuenta con varias operaciones en el país; además están las estatales Petrovietnam, Petroperú, Ecopetrol y las compañías públicas de Turquía y Bielorrusia. Firmas chinas también estarían interesadas en intervenir.

La chilena Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), también con operaciones en el país, evalúa la posibilidad de presentarse, afirmó su gerente Eduardo Tapia. Adicionalmente, el proceso será presentado en Colombia, Estados Unidos, Europa, Singapur y China, mediante visitas que se realizarán en el primer trimestre del año 2013.

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