Ecuador y UE retoman las negociaciones
EL FOMENTO PRODUCTIVO ES ESENCIAL EN LA NEGOCIACIÓN
“Estamos negociando un acuerdo comercial, no un TLC”
¿Cómo aborda su Ministerio la negociación con la Unión Europea que iniciará hoy en Bruselas: como un reto para Ecuador, como un paso en la construcción de otra economía, más horizontal, o como un paso más en la soberanía de Ecuador?
La negociación de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) la abordamos desde una óptica integral que articula los pilares del cambio de matriz productiva, mediante el fomento y diversificación de la oferta exportable, así como la defensa de nuestras sensibilidades productivas. Deseamos alcanzar un acuerdo siempre que represente un ganar-ganar para las partes, esa es la única manera de mantener una relación comercial sostenible a largo plazo.
En una economía dolarizada, ¿cuáles son los parámetros por considerar en una negociación de este tipo?
Evidentemente, resulta fundamental tener en cuenta las afectaciones que se pueden generar en la balanza de pagos por efecto del flujo de salida de divisas del país. Desde esa perspectiva,Ecuador formulará planteamientos que permitan potenciar el superávit comercial con el bloque europeo, a través de mayores facilidades de acceso a los productos de exportación, así como mecanismos de defensa comercial que desincentiven las importaciones y favorezcan nuestra producción local. La Unión Europea debe estar consciente que Ecuador al no tener moneda nacional y, por ende, herramientas de política monetaria, estamos en una situación distinta a la de nuestros países vecinos, Colombia y Perú. Esta es una de las razones, a más de las institucionales, soberanas y comerciales, por la que negociamos un acuerdo comercial más no un TLC.
¿Existen sectores sensibles ante una eventual implementación de un acuerdo con la Unión Europea? ¿Cuáles son? ¿Qué atención merecen en esta negociación?
Los equipos técnicos han identificado las líneas rojas de esta negociación y, de acuerdo a la directriz del presidente Rafael Correa y del vicepresidente Jorge Glas, se ha dispuesto salvaguardar estos intereses durante el proceso negociador.
Desde el frente de la Producción, continuamos articulando y diseñando mecanismos de fomento productivo orientados a incrementar, sustancialmente, la competitividad de los productores, de modo que puedan enfrentar, de manera adecuada, las eventuales sensibilidades sectoriales y más bien se beneficien del resultado derivado del posible acuerdo.
En caso de llegar a un acuerdo, ¿se alinea ese convenio con el objetivo gubernamental de transformar la matriz productiva? ¿Cómo?
Ecuador ha planteado, en todos los aspectos de esta negociación, propuestas encaminadas a generar oportunidades comerciales a las principales cadenas agrícolas e industriales vinculadas a los objetivos de transformación productiva, preservando los espacios de política pública, como herramienta para el desarrollo, en sectores clave para el cambio de matriz, tales como compras públicas, propiedad intelectual y servicios.
¿Qué pasaría con Ecuador si no llega a un acuerdo con la Unión Europea?
Es importante considerar que, al concluir este año, finalizarán las preferencias arancelarias que permiten el ingreso favorable de varios productos ecuatorianos al bloque europeo, cuyo mercado representa el destino de un tercio de nuestras exportaciones no petroleras.
Sin embargo, de manera simultánea, avanzamos en una agenda comercial, de sustitución de importaciones y de cambio de matriz productiva, mejorando la calidad de nuestra producción y diversificándola como uno de los objetivos que consiste en abrir nuevos mercados internacionales y desconcentrar la oferta exportable del país.
EL CONOCIMIENTO ES UNA HERRAMIENTA DE DESARROLLO
“Hoy el problema es propiedad intelectual, no arancelario”
¿Cómo aborda la entidad que usted dirige la negociación con la Unión Europea que inicia hoy en Bruselas: como un reto para Ecuador, como un paso en la construcción de otra economía, más horizontal, o como un paso más en la soberanía de Ecuador?
Propiedad intelectual es uno de los temas más trascendentales en las negocaciones de acuerdos comerciales, especialmente con los países desarrollados. En la mesa de propiedad intelectual, la negociación es un gran reto soberano, debido a que Ecuador es un país consumidor de propiedad intelectual, no es generador. Trabajamos para transformar el país y tener una economía del conocimiento, trabajamos en el cambio de la matriz productiva y en ser generadores de propiedad intelectual. Entonces, los países desarrollados, que sí generan propiedad intelectual, procuran en estas negociaciones comerciales contar con la mayor cantidad de normas para protegerse. Hoy en día, los países desarrollados ya no venden productos, su problema no es arancelario, su problema es en propiedad intelectual.
Lo que buscan es incrementar los estándares de protección más allá de los mínimos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Como son generadores de propiedad intelectual buscan establecer más protección para lo que ellos hacen. En cambio, nosotros como país consumidor lo que necesitamos es tener las normas mínimas.
En una economía dolarizada, ¿cuáles son los parámetros por considerar en una negociación de este tipo?
En cualquier moneda, la propiedad intelectual, como es un tema normativo puede ser afectado. Lo que debemos hacer es tratar de trabajar con los estándares mínimos en protección. Creo que la Unión Europea será muy consciente en considerar la asimetría que existe.
¿Cuáles son los temas en los que no debería ceder el país? El presidente Rafael Correa ha hablado de unas líneas rojas, ¿cuáles son?
Vamos a negociar de una forma muy propositiva. Ecuador es un país soberano y vamos a respetar todas las líneas rojas que existen, sabemos hasta dónde podemos llegar. Propiedad intelectual es uno de los temas más importantes para el país. Justamente estamos trabajando en una reforma a la Ley de Propiedad Intelectual para generar acceso al conocimiento.
Hay muchos temas que son delicados, entre esos están la protección de datos de prueba, los conocimientos tradicionales, biodiversidad y recursos genéticos, derechos de autor, indicaciones geográficas.
La Unión Europea tiene mucho interés en la protección de indicaciones geográficas que podría generar algún tipo de afectación aquí. Por ejemplo, queso parmesano y Pilsener son nombres de indicaciones geográficas que le pertenecen a la Unión Europea (Parma, Italia y República Checa, respectivamente) y ellos están solicitando la protección de esas denominaciones de origen.
¿Existen sectores sensibles ante una eventual implementación de un acuerdo con la Unión Europea? ¿Cuáles son? ¿Qué atención merecen en esta negociación?
Como la propiedad intelectual es una herramienta transversal de desarrollo que está presente en todos los aspectos de la vida del ser humano, entonces cualquier cosa que se negocie en propiedad intelectual tendrá incidencia en otros aspectos, por ejemplo, educación, cultura, agricultura, salud, acceso al conocimiento e internet.
¿Qué pasaría con Ecuador si no llega a un acuerdo con la Unión Europea?
Debería solicitar una nueva apertura del Sistema General de Preferencias Plus (SGP Plus, que vencerá en diciembre de este año) y trabajar internamente en generar competitividad en los sectores para que no estén esperanzados en que les quiten el arancel para que, incluso con arancel, sean competitivos en el mercado europeo.
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