Productores reestructuran deudas vencidas y obtienen créditos de la banca pública

Pedro José Iglesias, agricultor de Mocache, provincia de Los Ríos, quiere cumplir su sueño: “habilitar el cultivo de maíz y sembrar otros productos para exportar”.

Iglesias hace 10 años obtuvo un crédito de $ 5.000 en el Banco Nacional de Fomento (BNF) para sembrar 4 hectáreas de la gramínea. Lamentablemente, por malas condiciones climáticas perdió el cultivo y dejó de pagar el préstamo.

Por medio de una asociación de agricultores supo que podía arreglar su deuda e inmediatamente acudió a la sucursal del BNF en Quevedo, para conocer el proceso y suscribir un convenio de pago. Ahora su meta es cancelar las cuotas y reactivar su actividad agrícola para trabajar la tierra junto con sus hermanos.

Un caso similar fue el de Hipólito Cedeño, quien vive en la Finca Ángela María del cantón Mocache. Desde hace 50 años se dedica a la actividad agrícola. Hace pocos días reestructuró su deuda de $ 12.000 con el BNF, lo que le permitirá pagar sus cuotas y, a futuro, solicitar un nuevo crédito, pues pretende sembrar 10 hectáreas de arroz y cacao, que perdió como consecuencia de inundaciones en el sector.

Otro agricultor, Vicente Aspiazu, vive en el recinto Paramazona, de Mocache, donde sembró maíz. Tiene una deuda de $ 10.000 por haber sido garante de una asociación para obtener un crédito para la compra de 9 hectáreas de tierra productiva.

El retraso en los pagos perjudicó su situación económica y lo llevó a la quiebra. En estos días también suscribió el convenio para saldar sus cuentas.

Pedro, Hipólito y Vicente se acogieron al Programa de Reactivación Agrícola de Ciclo Corto (Pracc), que ejecuta el Banco Nacional de Fomento (BNF), conjuntamente con el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), para encontrar una solución a las deudas vencidas y/o castigadas de productores de maíz y arroz.

Nelly Plúas produce arroz. Cuenta con 6 hectáreas de terreno en el predio San Gabriel, cantón Daule. Obtuvo un crédito de 10 mil dólares en el Banco Nacional de Fomento, recurso con el cual llegó a comercializar hasta 500 sacos de arroz semanales. Con la llegada de las inundaciones sus cosechas se vieron afectadas, lo que le ocasionó atrasos en los pagos de sus obligaciones.

Ella preside el Centro Agrícola Cantonal de Daule, organización que agrupa a 210 agricultores. Dirige otras asociaciones en Guayas, Los Ríos, Santa Elena, El Oro y Galápagos, como defensora de pequeños productores de la Costa desde hace 35 años.

Menciona que su experiencia y la de compañeros cercanos, que en su mayoría tienen deudas castigadas, la llevaron a trabajar en proyectos que beneficien a los pequeños agricultores, escuchar sus necesidades, capacitarse en varios países de Sudamérica y plantear soluciones para favorecer la actividad agroproductiva.

Plúas comenta que “el resultado positivo que genere el programa, funcionará si el agricultor hace conciencia que los gastos y ganancias deben ser para pagar las deudas”, por lo tanto, hace un  llamado a los afectados a crear una cultura de pago a través de la corresponsabilidad.

Para lograr este objetivo, el Pracc establece dos modalidades de reestructuración: una para deudas vencidas, es decir, aquellas que se dejaron de pagar desde hace dos años o menos, con la posibilidad de otorgación de crédito para capital de trabajo, y otra, de reestructuración de operaciones castigadas, para aquellas obligaciones que dejaron de ser canceladas hace más de 2 años.

Reestructura para deudas vencidas

Para quienes tienen deudas vencidas, la propuesta radica en obtener un préstamo para sembrar cultivos de ciclo corto, sea maíz o arroz. Con el crédito, el productor accederá al beneficio del “Proyecto Nacional de Semillas de Alto Rendimiento para Agrocadenas Estratégicas” del Magap, que consiste en la dotación de kits agrícolas de arroz o maíz, con subvención parcial.

Una vez obtenida la cosecha, el agricultor venderá su producción a la Empresa Pública Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA EP) y con un porcentaje de esos ingresos pagará su deuda en pequeñas cuotas, a un plazo de hasta 10 años. El productor podrá, a su vez, solicitar un nuevo préstamo para fortalecer su actividad productiva, desarrollar capacidad de pago y así mejorar su calidad de vida.

Deudas castigadas

En el caso de las deudas castigadas, y en virtud de que la norma no permite al banco otorgar un nuevo crédito, la propuesta es que el Ministerio de Agricultura, mediante la UNA EP, entregue kits agrícolas de arroz y maíz con otros mecanismos de subvención, una vez que el productor haya firmado un convenio de pago con el Banco Nacional de Fomento.  

Los kits incluyen semillas, fertilizantes, herbicidas, insecticidas y fungicidas. A esto se suman la asistencia técnica y seguro agrícola que el Ministerio proporciona, así como la comercialización de las cosechas a cargo de la UNA EP.

Roberto Guevara, subgerente del BNF, aclara que la reestructura no significa bajo ningún concepto condonación de deudas, ya que la Constitución de la República, la Ley Orgánica del Código Monetario y del BNF, lo prohíben.

Además, indica que para los beneficiarios del programa, serán suspendidos los juicios coactivos en caso de tenerlos. Guevara precisa que la fecha límite para el registro de inscripciones vence el 30 de junio de 2015.

Programa de Reactivación

Para acceder al Programa de Reactivación, los pequeños productores deberán acercarse a la Dirección Provincial del Magap de su jurisdicción y cumplir los siguientes requisitos: tener deudas de hasta 20 mil dólares; poseer un área cultivable de hasta 10 hectáreas; y crédito agrícola para arroz y maíz otorgados hasta el 31 de diciembre de 2012.

Para ampliar la información de requisitos, los interesados pueden acercarse a las direcciones provinciales del Magap o cualquier punto de atención del BNF. (I)

DATOS

El Banco Nacional de Fomento (BNF) analiza implementación de programa de crédito destinado a financiar proyectos productivos de migrantes radicados en la provincia de Chimborazo.

En trabajo conjunto entre el Ministerio de Agricultura, la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), el Municipio de Riobamba y el BNF se analiza la posibilidad de acompañar proyectos productivos de migrantes.

Giovanny Andino, gerente del BNF de la sucursal Riobamba, dijo que una vez que se establezcan los posibles beneficiarios de los créditos, las instituciones mencionadas realizarán el respectivo seguimiento a las inversiones. Las instituciones han trazado una hoja de ruta para, en conjunto, elaborar proyectos sustentables para los migrantes. (I)