Productores interesados en cultivar el arroz iraní
Expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) trabajan en la identificación de una variedad de arroz semejante a la que se consume en Irán, con el fin de que Ecuador sea su principal proveedor.
El viceministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, informó días atrás que se busca desarrollar un tipo de arroz de mejor calidad para exportación, siempre que la nueva semilla no afecte a la variedad que se produce en el país.
Para ello habrá que determinar cuál es la zona más idónea para ese tipo de cultivo, especializar a los agricultores y producir lo suficiente para Irán y otros países árabes.
El director de la Estación Experimental del Litoral Sur del Iniap, Carlos Cortez, informó que los estudios se realizan en base a las características físicas de una muestra de arroz pilado que las autoridades nacionales trajeron desde Irán hace un año.
“En Ecuador se consume un arroz de grano largo, cristalino y medianamente grueso. El arroz de Irán es largo, cristalino y muy delgado, una condición que influye en el momento de la cocción”, explicó.
Para entender los gustos de los consumidores, el investigador anotó que, por ejemplo, el arroz chino es muy distinto al ecuatoriano, porque se trata de un grano corto y grueso, que al preparar da como resultado un alimento sopudo, mientras que al consumidor nacional le gusta un grano suelto y abierto. Lo mismo ocurre, dijo, con el comensal iraní.
Hace unos meses Ecuador envió dos variedades del grano (líneas 15 y 16) consideradas entre las mejores del país, pero no satisfizo las necesidades del consumidor iraní.
Después de meses de investigación en el banco de germoplasma del Iniap, Cortez indicó que se han identificado varias similitudes con ciertas variedades que se producen en el Ecuador, por lo que continuarán con las pruebas de cultivo, rendimiento y preparación.
“Se hacen cruces de variedades que se ajusten a los requerimientos del consumidor y que a la vez favorezcan al productor, ofreciendo mayor rendimiento, que sean resistentes a plagas y mejorando el tiempo de cosecha, lo que reduce los costos de producción”, anotó.
Las pruebas de cultivo se llevarán a cabo en la región de Daule (Guayas), en donde se produce cerca del 80% del arroz del país, por su gran potencial de riego. Los resultados se darían a conocer este año.
Mientras tanto, los arroceros del país se sienten motivados ante la posibilidad de exportar su grano a Medio Oriente. Alex Ronquillo, productor de Daule, manifestó que a nivel nacional se producen unas 700 mil toneladas, de las cuales 540 mil son para consumo interno, por lo que requiere de nuevos mercados para ese excedente.
Miguel Solórzano, productor de Santa Lucía (Guayas), también cree que es una oportunidad para abrir mercados, pero teme que los índices de productividad y rentabilidad del arroz iraní sean menores.
Por ejemplo, el ciclo de cultivo del grano nacional es de 100 días, por lo que se realiza tres cosechas al año. “Con nuestra variedad invertimos 2.200 dólares por hectárea y cultivamos seis toneladas. Esperamos que la nueva variedad sea igual o más rentable”, acotó el agricultor. Además, pidió investigar la resistencia de la espiga ante inundaciones y plagas, pues no existe un conocimiento previo de ese mercado.