Primera biorrefinería de desechos agrícolas e industriales funciona en Ecuador

La primera planta de biorrefinería de Ecuador funciona en Nayón, al norte de la capital. Se trata de un proyecto piloto que emplea desechos agrícolas e industriales de uso común y no común para producir etanol.

Javier Carvajal, responsable del proyecto RESETA (Recursos Sustentables para Etanol), aclara que no se trata de una planta productiva, sino una plataforma de investigación que servirá como aporte al conocimiento de empresas internacionales y nacionales.

En la biorrefinería se ha experimentado con desechos como la raquis de banano, papas fritas, raquis de palma y los residuos de la tagua, descubriendo nuevas especies de levaduras. Por ejemplo del residuo del banano se puede utilizar en la producción de bebidas energizantes, y el tratamiento de otros desechos se utiliza para biofertilizantes.

Uno de los materiales más importantes que se podría obtener de la biorrefinería es nanocelulosa, que es la comprensión de fibras vegetales que producen características físicas para la aplicación de alta tecnología, la industria farmacéutica y los biocombustibles.

Este proyecto es financiado por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) con 1513.275 dólares y la Universidad Católica.

René Ramírez, secretario de la Senescyt aseguró que el proyecto contribuye al cambio de la matriz productiva y energética del país, a través de “la producción de tecnologías limpias que no compiten con las fuentes de alimentos o con el uso de tierra agrícola”.