Uno de los productos de mayor demanda en las fiestas de fin de año, el licor,  experimenta una especulación en sus precios de venta al público. Han subido aparentemente sin motivo.

Según datos proporcionados por Hugo Villacrés, especialista en temas de consumo, un 10% del presupuesto en los hogares  en esta temporada del año se destina a la adquisición de  bebidas alcohólicas para las reuniones familiares y de amigos.

Existe la posibilidad de que se reduzca el consumo de estos productos, debido a los  altos precios en los puntos de venta, lo cual  se comprobó en un recorrido realizado por este diario en Quito y Guayaquil.

Por ejemplo, una botella de whisky Old Scottish cuesta 39 dólares en los supermercados de la cadena La Favorita, antes de que iniciaran las celebraciones de este mes no superaba los 35 dólares.

Lo mismo ocurre con la marca Grant’s, una de las de mayor demanda en el mercado nacional, que de 15 dólares -hasta la primera semana de junio de este año- pasó a costar 40 dólares, desde esa fecha hasta noviembre; y después de las fiestas de Quito subió a 44. Un fenómeno similar ocurre con el ron Bacardi blanco, que de 30 dólares inesperadamente subió a 35.

El precio de otras bebidas, como el whisky Red Label está a 55 dólares; el vodka Absolut a 57; y el tequila José Cuervo a 47.

No obstante, el consumo de vinos se ha incrementado en el país, pues está llegando producto importado de Argentina y Chile a un precio más conveniente que el de Europa y Estados Unidos, debido a la Ley de Fomento Ambiental y Optimización de los Ingresos del Estado, que incluyó nuevos tributos para el sector.

Hasta 2011 se pagaba 5,80 dólares por litro de alcohol puro, cifra que para este año ascendió a  6 dólares y que para 2013 se establecerá en  6,20. Esto es adicional al impuesto sobre el valor del 20% que deben pagar todas las bebidas alcohólicas importadas.

Según estadísticas del Banco Central del Ecuador, en el segundo semestre de este año se importaron 99,66 toneladas  de bebidas alcohólicas, cifra que experimentó una reducción del 37%, puesto que en el mismo período del año anterior se compraron 159,3 toneladas de alcohol desde el extranjero.

Varios negocios han sido afectados, como el de Francisco Montalvo, dueño de una licorería al norte de Quito, quien aseguró que sus ventas bajaron en un 25% respecto a 2011 por el aumento de precios, aunque mantiene la expectativa de que para fin de mes sus ingresos se incrementarán. “A fin de año la gente consume más, ahí estoy seguro de que podré recuperarme”, dijo Montalvo.

Agregó que los precios en su local subieron debido a que los mayoristas aumentaron el valor de cada botella.

Por su parte, Aurelio Torres, comerciante del sur de Guayaquil, indicó que, en la mayoría de casos, el aumento del precio de los licores fue de hasta cuatro veces más de lo que costaban antes del 15 de junio, cuando el Comité de Comercio Exterior fijó las medidas.