Ante la resistencia de los indígenas de Pastaza y Morona Santiago, el Gobierno postergó la licitación de cinco bloques petroleros: 75, 78, 82, 85 y 74, que estaba prevista para el 28 de noviembre.

En los primeros cuatro están asentados los indígenas achuar mientras que en el otro vive el pueblo saracayu, que en julio pasado ganó un juicio el Estado por el ingreso de una petrolera a su territorio en el 2002.

“Cómo podemos permitir que se abra una nueva frontera petrolera en un territorio en donde el 90 por ciento del bosque es conservado”, refirió el presidente del pueblo saracayu, José Gualinga.

No obstante, se  procederá a la licitación de 13 bloques, mientras que otros tres serán entregados directamente a PETROAMAZONAS.

Previo a ello, se firmó un acta en el centro quichua de Jaime Roldós, en la cuenca del río Quraray, en la selva de Pastaza con lo que se terminó las consultas previas con las comunidades colonas e indígenas de las áreas a concesionarse.

Para el subsecretario de Hidrocarburos, Andrés Donoso, es la primera vez que se ejecuta un proceso de esta naturaleza en el país.

“Es realmente un instrumento, creo que el mejor instrumento para el ejercicio de un derecho”, destacó Donoso.