Cubiertas, paredes, puertas, pisos, mesas, maceteros, pastas de cuadernos, adornos y asientos son algunos de los artículos que se elaboran con polialuminio.

A este material se lo conoce como ecopak. Está compuesto el 80% de polietileno, que es un plástico en baja densidad, y 20%, aluminio. Se lo obtiene de los envases de tetrabrik. Estos están compuestos por el 75% cartón, 20% polietileno y 5% aluminio.  

La planta Ecuaplastic compra polialuminio que proviene del reciclaje de tetrabrik para elaborar cubiertas y tableros ecológicos. Estos son de larga durabilidad, moldeables y resistentes a cualquier condición climática.

Esta fábrica inició sus labores en 2008 con una inversión de $ 5.000. Actualmente es una empresa valorada en  $ 1 millón y cuenta con 42 trabajadores.

Édgar Mora, gerente general de Ecuaplastic, cuenta que la fábrica empezó a trabajar con polietileno reciclado para elaborar mangueras de instalaciones eléctricas. Actualmente las realiza para transportar agua a presión y para riego.

Empezaron con 10 toneladas (t) mensuales de polietileno, actualmente trabajan con 100 t. El trabajo con polialuminio se inició en 2013. Al principio laboraban con 6 t mensuales, y ahora emplean 150 t de ese material.

La fábrica, que se ubica en Lumbisí (en las afueras de Quito), tiene una extensión de 3.000 metros cuadrados (m2). Próximamente se moverá a un nuevo terreno de 5.000 m2.

Para elaborar tableros y cubiertas de polialuminio se separan los residuos de cartón del polietileno y aluminio que quedaron del envase del tetrabrik reciclado. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo

Al principio todo el proceso era manual, pero poco a poco se automatizó. El dueño de la empresa fue quien elaboró las máquinas gracias a sus conocimientos en ingeniería mecánica.

Actualmente, el 90% de su producción es hecha con polialuminio. Hacen cubiertas y tableros de los cuales se elaboran diversos elementos.  

El 20% del material en general con el que trabajan se lo compra a más de 200 familias recicladoras. Se les paga, por ejemplo, $0,25 el kilo de plástico y $ 0,05 el kilo de tetrabrik.

El 80% del material restante lo importan. Cada mes compran seis contenedores con el material reciclado. Uno de los países de donde traen es Perú, allí cuesta $ 60 la tonelada.   

En Ecuador la tonelada de polialuminio vale $ 100. Es más costoso en comparación a otros países porque, según Mora, en el país no hay una cultura de reciclaje.

En Ecuador se recicla apenas el 13% del plástico y entre el 10% y 15% de tetrabrik, dice Mora.

Ecuaplastic exporta sus tableros y cubiertas de polialuminio a Chile, República Dominicana, Colombia, Panamá y Estados Unidos. “Hay demanda pero falta capacidad productiva”, dice Mora.

Cada mes venden 80 t de mangueras de polietileno a $ 1,60 el kilo, y cerca de 100 t de cubiertas y tableros de polialuminio a $1,30 el kilo.

El polietileno se funde dentro de una prensa que calienta el material hasta 180 grados centígrados, dejando el aluminio encapsulado. Después la plancha pasa a una prensa que la alisa para hacer los tableros o a una prensa para que le haga las ondas dándole la apariencia de tejas para las cubiertas. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo

Bondades del material

El polialuminio resiste al sol y al agua. También disminuye un 30% la temperatura interior de la casa en comparación con la exterior. Además, es un aislante acústico, inoxidable, sismorresistente, irrompible y tolera la humedad.

Para obtener este material primero se separa el cartón que forma parte del tetrabrik. Esto lo suelen hacer las empresas cartoneras. Ecuaplastic les compra el polialuminio que sobra del tetrabrik.

Ya en la planta, el material pasa por un primer proceso de lavado y de separación de pequeños residuos de cartón. Después, el polialuminio limpio es triturado.

Pasa a un proceso de homogeneización y se lo coloca en moldes para ingresar a una prensa termoformadora que funde el material a 180 grados centígrados.

Finalmente, se dirige a una prensa fría para hacer tableros o a una prensa onduladora para hacer cubiertas. Este es un material termoformable cuando está caliente. Al enfriarse se vuelve rígido y se lo puede pintar de cualquier color.

Según Mora, este es un producto que perdura en el tiempo, pues el plástico se degrada en más de 200 años.  

Ecuaplastic hace diversos tipos de tableros, con grifería molida, con el tetrabrik completo triturado o con los laminados que resultan de las fundas de snacks recicladas.

“Queremos incentivar el uso de materiales alternativos para diseño y construcción y a la par incentivar el reciclaje por el bien del planeta”, comenta Mora.

Estos materiales se entregarán a los concursantes del desafío “Diseño Responsable 2019”, quienes propondrán opciones de mobiliario 100% ecológico. El certamen es impulsado por los ministerios de Ambiente y Producción y la Secretaría de Educación Superior. (I)

Con este material se elaboran diversos mobiliarios para diseño y construcción. Además se le puede dar cualquier forma. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo

Detalles
Ecuaplastic busca innovar
La empresa ecuatoriana trabaja con las facultades de ingeniería mecánica, sonido y civil, para elaborar prototipos de casa. A las planchas de polialuminio calientes se les puede dar diversas formas; son ideales para diseño de interiores.  

40 milímetros máximo y 2 milímetros mínimo es el grosor de los tableros.     

El polietileno es resistente
El plástico es un material al que no le afecta ningún químico. De ahí que para pegar el polietileno se necesita de termofusión. Debe llegar  a 120 ºC para que pueda hacerse flexible. (I)