Pesca de arrastre pide un año de prórroga a inminente liquidación
El 30 de septiembre la flota pesquera de arrastre dejará de operar. Aquello ha provocado que en los últimos días haya un aumento del número de armadores, operarios y asesores en las oficinas de la Asociación de Barcos Pesqueros y Camaroneros de Arrastre (Asearbapesca), ubicadas al sur de la ciudad. Todos quieren conocer qué pasará con las propuestas planteadas por el gremio.
Juan Carlos Correia, principal del gremio de pescadores, no logra satisfacer cuando se lo inquiere. “Ni yo mismo se qué pasará”, afirma.
Revela que la propuesta presentada es reducir un 50% la flota pesquera y que los barcos más obsoletos, sin funcionalidad sean desarmados; y, que se reoriente su actividad hacia un plan piloto sobre recursos de anguila y/o la merluza; además, que otras naves sean repotenciadas, una vez que le entreguen cupos para migrar a la pesca de atún o sardinas.
Él no comparte que la actividad sea eliminada, pero acepta la realidad del cierre de operaciones. “Si la propuesta que hemos presentado para salvar a las 11.300 familias que viven de esta actividad no pasa, pedimos una prórroga de un año para que de manera ordenada se avalúen las naves y entreguen el dinero, con la finalidad de invertir en otra actividad.
Con respecto a la situación, la presidenta de la Federación Nacional de Cooperativas Pesqueras, Gabriela Cruz, insiste en que ellos sí provocan daños ecológicos y que la decisión del Gobierno es respaldada en estudios serios que corroboran la gravedad de los daños.
El Ministerio de Agricultura informó que el proceso avanza como se ha planificado y no hay cambios.