Patrimonio de fideicomisos acumula $ 7.794 millones

El tema de los fideicomisos de garantía adquiere notoriedad en el país luego de las declaraciones del sábado del presidente de la República, Rafael Correa, sobre la posible eliminación de aquellos destinados a operaciones de crédito de consumo, comercial y microcréditos, ya que -según afirmó- estimularían el abuso de capital.

El Mandatario mencionó que este instrumento brinda condiciones excesivamente favorables para las instituciones financieras por sobre los intereses del deudor. Adicionalmente generan el pago de comisiones, tasas y cargos adicionales a las tasas de interés, y disminuyen el patrimonio del prestatario porque fue transferido a uno autónomo.

“Ustedes se endeudan con un carro y el carro no es suyo, no tienen patrimonio, solo deuda porque el bien fue transferido a un fideicomiso”, señaló.

El fideicomiso de garantía es un contrato a través del cual un deudor transfiere bienes a un fiduciario con el objeto de respaldar el cumplimiento oportuno de una obligación a favor de un tercero.

La decisión de Correa tiene un trasfondo. De acuerdo con Pedro Solines, superintendente de Bancos y Seguros, algunas instituciones han tratado de evadir, a través de los fideicomisos de garantía, la ley que regula los créditos de vivienda y de vehículos que establece que, en caso de que el deudor no pueda pagar su deuda, con la entrega del bien (casa o carro) esta se extinguía, pero en este caso, “el bien nunca es del deudor, sino del fideicomiso”.

Ante ello, Correa mencionó que este tipo de herramienta, destinada al consumo, no se necesita. Por el contrario, la catalogó de “puro y simple abuso de la banca”.

Aunque el titular de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), César Robalino, no quiso referirse puntualmente al tema tratado por Correa, sí mencionó que el fideicomiso en general es una figura “interesantísima” en la legislación ecuatoriana, “porque moviliza recursos económicos para financiar una serie de proyectos que brindan trabajo”.

Robalino puso como ejemplo un proyecto inmobiliario en el que el fideicomiso es el encargado de administrar y buscar inversionistas que construyan.

“La persona jurídica administra el fideicomiso y los inversionistas se ponen de acuerdo para construir el edificio o las casas, y cuando termine la construcción la empresa correspondiente liquida el fideicomiso y a cada quien le dan lo que le toca”, explicó el titular de la ABPE.

Solo en ciertos casos
Según los datos expuestos por el presidente Correa, hasta el 31 de octubre de 2013 hubo en Ecuador 2.061 fideicomisos de garantía con un patrimonio total de $ 2.966 millones. Dentro de esta categoría a su vez se encuentran los fideicomisos automotrices (con $ 1.411 millones), comerciales (con $ 904 millones), contingentes y de fondos de liquidez (con $ 545 millones) y de vivienda (con $ 106 millones).

El Jefe de Estado, no obstante, justificó la existencia de algunos tipos de fideicomisos como el de vivienda. “Hay una cooperativa, está bien que se preste el dinero y que el terreno se vaya a un fideicomiso hasta para evitar estafas del que patrocina a la cooperativa”, dijo.

De ahí que la propuesta del régimen está basada en únicamente 3 tipos de fideicomisos de garantía: los de operaciones crediticias de infraestructura, los de instituciones multilaterales y aquellos con respaldo del fondo de garantía y de créditos productivos específicos, con fideicomisos sobre inventarios o productos terminados. En el caso de aquellos destinados a compras de carro o comerciales, añadió que “no tienen ninguna razón de ser”.

En total existen 4.490 fideicomisos en sus diferentes categorías establecidos en el país: 1.663 de administración, con $ 3.578 millones en patrimonio; 491 inmobiliarios, con $ 764 millones; 152 de titularización, con $ 339 millones, y 23 de inversión con $ 147 millones. Los negocios fiduciarios acumulan un patrimonio de $ 7.794 millones.

Robalino mencionó que para eliminar estas figuras habría que hacerlo con otra ley e ir a la Asamblea para aprobar una modificación a determinadas normativas. Respecto a este asunto, Solines subrayó que lo que se propone es una reforma a través de la Ley de Mercado de Valores.

En tanto, Correa mencionó que la ley permitirá que solo se constituya un fideicomiso de garantía inscrito en el mercado de valores, de acuerdo con la normativa de la Junta Bancaria, para operaciones crediticias de infraestructura. La Ley de Mercado de Valores se debate actualmente en la Asamblea Nacional.

Este Diario quiso obtener la postura de casas de valores y empresas administradoras, pero estas no ofrecieron una opinión sobre el tema. En una de ellas se informó que no conocen todavía cuál será el mecanismo a aplicar debido a que es una propuesta reciente del régimen.

La palabra fideicomiso tiene su origen en dos voces latinas: fidei, que quiere decir fe, y commisium, que significa comisión.

De la etimología de la palabra se infiere que el fideicomiso es un encargo o comisión de fe, de confianza.