“Ecuador no negociará con la Unión Europea (UE) un Tratado de Libre Comercio (TLC) sobre la base de plantillas, no somos esclavos, sino un acuerdo comercial”, dijo el canciller Ricardo Patiño, quien enfatizó que el Gobierno defenderá a la economía nacional y al productor.

“Tras la reunión del  presidente Rafael Correa con la canciller alemana Ángela Merkel, se abrió la posibilidad de avanzar en una negociación que le permita al país alcanzar su desarrollo económico como Europa lo ha trabajado históricamente”, indicó el canciller.

Ante ese escenario, Patiño informó que le ha solicitado al viceministro de Comercio, Francisco Rivadeneira, que envíe una carta a la representación de la UE en Quito, donde busque un acercamiento para avanzar en ciertos conceptos que son temas de negociación.

Dichos diálogos se espera que se produzcan entre los meses de mayo y junio, antes de que los europeos salgan de vacaciones entre julio y agosto, puntualizó Patiño. El interés del Gobierno es que la ronda de negociaciones empiece en el último trimestre de 2013.

“Nosotros vamos a hablar con la UE, con su representante aquí, a decirle que necesitamos  conversar para acabar de definir esta parte conceptual, esto esperamos que nos tome dos meses, ojalá no nos tome más tiempo. No lo sabemos”, indicó el funcionario. De esa forma el régimen reconoce que la UE es uno de sus principales socios comerciales, porque la exportación nacional oscila entre el 30% y 32%.

Ante esta posibilidad de cambio de la negociación que se le abrió al Ecuador, el representante de la Federación de Exportadores del Ecuador (Fedexpor), Felipe Rivadeneira, indicó que es fundamental el alineamiento de todas las instituciones públicas y privadas, en beneficio de un acuerdo que va a dar muchos beneficios y crecimiento de exportaciones al Ecuador. “El mercado europeo sigue siendo el primer destino de nuestras exportaciones no petroleras que representan más del 24% de su total”.

Las exportaciones en 2012 cerraron con más de $ 2.500 millones. Patiño aseguró  que el Gobierno ya trabaja en reglas claras de inversión, porque se plantea tener un umbral para la participación de las empresas europeas, por ejemplo, en el caso de las compras públicas, en donde, dependiendo del área o sector, se establecerá un parámetro de inversión que puede ser de $ 5 millones o $ 100 millones. Lo que interesa, a criterio del canciller, es que no se afecte a las empresas nacionales.

Por otro lado, el vicecanciller Rivadeneira indicó que los productos que “no entrarán al país” son los lácteos, cárnicos, cereales, leguminosas, entre otros, al ser considerados sensibles y con ello se logra defender al productor nacional.

Al referirse a las preferencias arancelarias del sistema SGP Plus, Patiño recordó que al no ser Ecuador calificado como pobre sino de renta media, las preferencias estipuladas en ese sistema culminarán en diciembre de 2014, lo que no significa que se cierren las puertas para los productos ecuatorianos.

“Sabemos que tenemos ese límite y lo consideramos, es un elemento que nos hace ver la importancia de avanzar en el proceso de negociación, pero no por susto sino porque hay flexibilidad en Europa”.