Ministros respaldaron al Turismo Consciente
Entre presentaciones en inglés, español y una agenda apretada se desarrollaron ayer, en la capital, seis sesiones plenarias del Vigésimo Congreso Interamericano de Ministros y Altas Autoridades de Turismo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que concluyó con la suscripción de la Declaración de “Consensos de Quito sobre Turismo Consciente en las Américas”.
Los principales consensos estuvieron en temas relacionados con turismo sostenible, desarrollo económico, comercio; y, la planificación de los lineamientos para la Constitución del Fondo Hemisférico de Turismo.
Los ministros apoyaron a Ecuador en su planteamiento de fijar un nuevo concepto de Turismo Consciente, sustentado en principios de sostenibilidad y ética. Carlos Vogeler, director de la Organización Mundial de Turismo, dijo que la propuesta del país resume la aplicación de un turismo responsable, ético y seguro.
Vogeler indicó que los retos del Turismo Consciente serán atracción de inversiones, marcos jurídicos y políticas de Estado. “Ecuador es un líder en marcar políticas en temas de turismo y resaltó la marca: Ecuador ama la vida”.
Jorge Saggiante, secretario ejecutivo para el Desarrollo de la OEA, planteó el turismo como una herramienta para mejorar la calidad de vida de la población, tras considerar que en América cerca de 14 millones de personas trabajan directamente en el área turística y alrededor de 23 millones en sectores asociados.
Tradición como herramienta
Mientras en los salones se realizaban los debates, en el pasillo principal los exponentes del turismo comunitario, con prácticas amigables con el ambiente y con participación inclusiva, reflejaban el capital que tienen en sus tradiciones y trabajo diario.
Los ministros, funcionarios de organismos regionales, invitados especiales y asistentes al Encuentro Mundial de Turismo que se realizó en Quito, durante cuatro días, se detenían frente al “puesto” de María Gertrudis Chachalo, bordadora de la comunidad de Zuleta (Imbabura).
María dejaba a muchos hipnotizados por la habilidad de sus manos al bordar. Su traje tradicional, especialmente su blusas bordada a mano, fue la imagen de la campaña de promoción turística del país. Ella, junto con otras mujeres, aseguró que el principal impulso lo dio el presidente de la República, Rafael Correa, al lucir camisas bordadas de Zuleta.
María promocionó sus obras, junto con las realizadas por sus familiares, como tapetes, blusas, camisas, servilletas y manteles, a quienes asistieron al encuentro. Aseguró que la promoción turística ha permitido que sea conocida su comunidad, ahora las bordadoras de Zuleta tienen ingresos de hasta 400 dólares mensualmente.
En otro sector estaba José Jiménez, con su telar de cintura -de 80 años- heredado de su bisabuelo. La antigua herramienta, que tiene forma de un vehículo, es su máquina de trabajo en Gualaceo (Azuay).
Jiménez añadió que el turismo comunitario, como lo conocen en su región, ha permitido que muchas familias retomen la práctica que se estaba perdiendo y que hoy para los turistas es llamativa por el rescate de sus tradiciones.
José aseguró que cerca de un 90% del trabajo “se va al extranjero”, sin embargo con la promoción turística del lugar se ha incrementado. En los últimos dos años confeccionó 22 macanas (que son utilizadas como manteles) con técnicas ancestrales para el Palacio de Carondelet. Y, ahora elabora 500 manteles para la Cancillería.
Indicó que el turismo permitió a la comunidad de Gualaceo apropiarse de su identidad y ver esta tradición como una herramienta más de esta actividad, sobre todo generar fuentes de empleo y de ingresos. Anualmente, calculó, hay una recaudación de 16.000 dólares, de los cuales 10.000 se invierten en el negocio.