La pesca de arrastre  tiene 7 días para seguir operando y el Ejecutivo  ya tiene un plan de contingencia. La medida no agrada al sector, en especial el pomadero que  demanda la recategorización para ser considerado   nuevamente como artesanal.

El viceministro de Acuacultura y Pesca, Guillermo Morán, dijo que   este lunes (hoy) se presentará  formalmente el plan de contingencia a los involucrados en la pesca de arrastre que desaparecerá por disposición del acuerdo ministerial de la cartera de Agricultura.

Agregó que ha habido reuniones constantes con los armadores y tripulantes, quienes ya tienen conocimiento de  las alternativas que  hay en el plan. “Lo importante es reducir el impacto y buscar otras salidas para que continúen realizando actividades productivas amigables al medio ambiente”.

Morán adelantó que una de las propuestas es que los tripulantes de estas embarcaciones  pueden integrarse a actividades de pesca artesanal. A ellos se les podrá canalizar préstamos para que inviertan.

En el caso de los llamados pomaderos, en especial a las más de 2.800 mujeres (de 14 peladoras) que se dedican a la labor de pelar camarón en Posorja, aún se analizan alternativas. “Es un tema más delicado, por lo que se baraja la opción de prolongarles  el plazo. Es una opción, pero aún no se ha definido  nada, porque los ministros lo  decidirán   oportunamente. Unas de las alternativas también es que las embarcaciones se dediquen a actividades comerciales y turísticas”, señaló el Viceministro.

Aracelly Limones, quien lleva 15 años pelando camarón pomada, señaló que sería “catastrófica” la eliminación de la pesca pomadera ya que de ello viven muchas familias de Posorja, en su mayoría madres solteras.

El presidente de la República, Rafael Correa Delgado, ratificó la decisión de que desde el 1 de octubre la flota de arrastre ya no opere en el país, en la que están   involucrados  cerca de 140 armadores y   laboran alrededor de 600 tripulantes.

Unas de las razones que evidencia el informe del Ministerio del Ambiente de la pesca de arrastre es la forma extractiva como  obtienen el camarón  afecta el ecosistema marino, ya que   las redes   arrastran   y recogen todo tipo de especies marinas que los llamados teds no las excluyen.  Esto provoca que los pescadores artesanales no obtengan productos para vender.

Jorge Luis Baidal, presidente de la asociación de pomaderos de Posorja, precisó que ellos no aceptarán ningún   plan de contingencia, excepto   el que les devuelva  la categoría de pescadores artesanales.

En 2007 los pescadores de camarón pomada de Posorja fueron recategorizados y calificados como pesca industrial, porque sus embarcaciones  aunque son   pequeñas   utilizan sistemas mecanizados para la captura de esta especie.
Baidal manifestó que espera que se   cumpla el ofrecimiento del Ejecutivo,  el 20 de marzo pasado cuando dijo   que les  devolverían la categoría.

“Nosotros no queremos ningún plan de contingencia, porque aquí hay más de 2.000 mujeres que son el sustento de su familia  y un número mayor de personas que se dedican a la labor  de faenas de pesca”, anotó.

De su parte Julio Bonilla, armador y capitán del barco Lago Agrio de arrastre pomadero, señaló que actualmente viven una situación de incertidumbre  por la posible desaparición  de la flota.
Según la Asociación de Armadores Pesqueros Pomaderos de Posorja Primero de Mayo, en esta parroquia rural del cantón Guayaquil, hay 38 embarcaciones que se dedican a esta práctica pesquera, cuatro no     están afiliadas al gremio.

“Nosotros reiteramos que todo esto es una confusión, nos metieron en el mismo saco de la pesca de arrastre langostinera, que está industrializada, nosotros somos una flota de arrastre, pero artesanal. Los mismos pescadores artesanales (embarcaciones de fibra y madera pequeña) reconocen que nosotros no pescamos en sus zonas exclusivas”, subrayó Bonilla.

Lo cual es reconocido por Ricardo Rivera, pescador artesanal de la Asociación  Lobos Marinos de Posorja, quien agregó que los barcos que  los perjudican son los “bolicheros (pesca blanca”, que capturan “donde no deben” y les quitan los recursos marinos.
Juan Carlos Correia, principal de los pescadores de arrastre langostineros, mantuvo la posición de que en el sector se debe  ampliar la prórroga  con la finalidad de  que quienes cambien de actividad tengan el tiempo necesario y los que salgan reciban los recursos por los barcos que serán comprados por el Gobierno.