La alianza para el emprendimiento y la innovación ha tomado contacto con 2.000 fabricantes
Mercado nacional busca proveedores para sustituir productos importados
De 4 a 5 colecciones del diseñador cuencano Gustavo Moscoso, con aproximadamente 39.000 prendas cada una, llegan anualmente a la sección de ropa de Megamaxi, propiedad de Corporación Favorita.
Moscoso se siente parte de un grupo de diseñadores que ha transformado la mentalidad de los consumidores ecuatorianos hasta hacerlos confiar en el producto nacional. Aunque ha sido determinante la apertura comercial.
“Nos encontramos en un momento dos empresas con un mismo norte que era dar la mejor atención a nuestros consumidores”, manifestó el confeccionista refiriéndose a la llegada de sus productos a este establecimiento hace 4 años.
Uno de los ejecutivos de Corporación Favorita -la segunda empresa más importante del país según el ranking de la Superintendencia de Compañías (SC)-, dijo que hace más de 10 años la cadena acoge a una mayor cantidad de productos locales. Actualmente, tiene 1.500 proveedores en todas sus categorías y la intención es dar mayor protagonismo a lo elaborado en Ecuador.
La coyuntura económica del país así lo exige. Desde comienzos de marzo rigen sobretasas arancelarias de un 32% para los bienes importados y es una medida de múltiples aristas que, durante 14 meses más, evitará que salga mayor cantidad de divisas del sistema y compensar la apreciación del dólar y la baja renta petrolera.
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Aunque tener en sus escaparates las prendas de un reconocido diseñador ecuatoriano ha sido uno de los pasos más notorios para su clientela, Corporación Favorita busca más proveedores locales. Su vocero dijo que el año pasado la firma estuvo presente en 15 ferias con este objetivo, principalmente en el área de alimentos, artículos de hogar, ropa y calzado.
La Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) es uno de los organismos privados que colabora con la captación de productores. Hace 2 años esta red, conformada por organizaciones públicas, privadas y académicas, busca fomentar la actividad emprendedora como base del desarrollo productivo de Ecuador.
Según Carolina Morochz, coordinadora general de la red, cerca de 2.000 empresarios han tenido contacto con la AEI, a través de concursos, pero actualmente se trabaja con 250. De los casos que lleva mensualmente, Morochz aseguró que por lo menos 10 logran su objetivo y colocan sus productos en el mercado. En muchos casos la asesoría comienza de cero, es decir apenas con una idea por “aterrizar”.
Si bien la mayoría incursiona en el sector de alimentos, como punto a favor hay una tendencia de los empresarios ecuatorianos de ser cada vez más prolijos en su producción, afirmó la coordinadora.
En el proceso previo a su salida al mercado, cada uno de los productos pasan por recomendaciones técnicas en cuanto a calidad y presentación, y esto los lleva a ser ser más cuidadosos e innovadores.
Señaló que el “boom” del momento es el de los snacks a base de alimentos andinos, como la quinua, combinados con semillas de chia y ajonjolí. En esa línea le siguen compotas de manzana, banana y piña, todas adicionadas con el cereal. También hay bebidas a base de panela y frutas, como maracuyá.
Es que en un mercado competitivo, el futuro de quienes aspiran a ver su producción en una estantería de supermercado depende de la capacidad de diferenciarse.
El vocero de Corporación Favorita señaló que este es uno de los detalles más importantes, pues más allá de conseguir una mayor cantidad de proveedores, se trata de obtener productos distintos.
“El problema es que cuando existe un producto que ya ha sido aceptado en el mercado, aparecen muchos otros iguales y eso no es lo que se necesita”, sostuvo.
Limitaciones y salvaguardias
Colombia, Perú y Brasil son los “monstruos” productores de ropa que hacen sombra a Ecuador, a criterio de Gustavo Moscoso. Si a eso se suma la entrada de ropa a bajos precios desde China, se configura una situación complicada.
De hecho, el sector no ha crecido más allá de un 2% en el último año, según cifras de la Asociación de Industriales Textiles de Ecuador (AITE).
En tal sentido, las salvaguardias del 45% a la ropa importada podrían ayudar, admitió el diseñador cuencano, considerando que estas encarecen los productos extranjeros. El punto es que los precios de la ropa nacional no son muy competitivos.
Santiago García, director adjunto de la Fundación Acción Solidaria, organización que provee mensualmente 5.000 prendas de vestir a almacenes De Prati, señaló que uno de los temas que hace más caro producir en Ecuador es la importación de telas. El impacto es relativo, pero en muchos casos los textiles corresponden hasta el 60% del costo de una prenda, apuntó Joffre Izurieta, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Pichincha (Capeipi).
Moscoso aseguró que localmente no se produce la calidad de textiles que su firma requiere para la confección de camisas, pero -aunque se produjera- el mercado sigue siendo pequeño.
“Una empresa lo menos que fabricaría es 1.500 metros y yo necesito únicamente 300 metros, ¿qué hago con los 900 metros extras?”, cuestionó.
En tal sentido, sugirió que el país podría convertirse en productor de telas específicas, que incluso pudiera exportar. “Esto compensaría lo importado”, añadió.
Otros inconvenientes que suelen enfrentar los pequeños productores, según Karla Almeida, directora de proyectos de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas (Capeig), son el tema de liquidez y la falta de acceso a tecnologías, lo que puede ocasionar que no estén a la vanguardia con las tendencias del mercado. (I)