Punto de vista
Macri y la nueva política de deuda externa argentina
En Davos, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, expresó su intención de llegar a un acuerdo con los fondos buitre e informar sobre las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. Esto sucedió después de una reunión que él mantuvo con el vicepresidente de Estados Unidos quien decidió levantar el voto negativo de su país en el Directorio del Banco Mundial sobre los préstamos a la Argentina, luego de expresar su intención de entrar a la Alianza del Pacífico y de que se realice un tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Todas estas propuestas con el objetivo de “volver a insertarnos en el mercado financiero internacional y recibir capitales extranjeros”.
Durante la dictadura militar y en la década de los noventa, Argentina tuvo también mucho acceso al mercado financiero internacional, luego de atenerse a las recomendaciones de los organismos multilaterales. El “buen comportamiento” de nuestros gobiernos permitió un fuerte incremento de una deuda externa que llegó a representar el 138% del PBI y que condujo posteriormente al default.
En 2005, el gobierno de Néstor Kirchner renegoció con los tenedores de bonos logrando una reducción del 75% de la deuda. En 2010, se abrió otra negociación con los tenedores de bonos pero los holdouts o fondos buitres quedaron fuera. La negociación con estos tomó tal relevancia internacional que la ONU aprobó la posibilidad de crear un nuevo marco legal para las reestructuraciones de deuda soberana que permita que la misma no afecte la economía de los países endeudados.
Actualmente, Argentina tiene la ‘ley cerrojo’ para proteger el acuerdo con los acreedores que accedieron a los canjes en 2005 y 2010 y, también, la ‘ley de pago soberano’ en la cual se establece que el Banco Central reemplaza a un banco de Nueva York en el pago de la deuda.
A mes y medio de su asunción, sin embargo, Macri permite que los bonos emitidos por el tesoro nacional al Banco Central sirvan de garantía internacional para deuda externa.
El primer desembolso será por $ 5.000 millones a una tasa de interés de 6,7% por 11 meses. De no cumplir con este compromiso, los bancos extranjeros se quedarán con bonos por $ 10.000 millones. También el acuerdo prevé que cualquier controversia será resuelta en tribunales de Nueva York.
En febrero, el Gobierno de Macri presentará una nueva propuesta de negociación con los fondos buitre. ¿Qué implicará? Más que cambio, el equipo económico de ‘Cambiemos’ parece proponer una vuelta a la dependencia económica de Argentina respecto a los países desarrollados y los organismos financieros internacionales. (O)