Mabel y Dayana se reinventan con sus emprendimientos
Mabel Medina es una emprendedora de Monte Sinaí, en Guayaquil. Ella ha intentado cuatro veces emprender con un negocio, pero reconoce que en esta última ocasión es donde le ha ido mejor. Los anteriores emprendimientos fueron de comida, pero por la pandemia fracasó.
"Ahorita estoy implementado otra vez mi emprendimiento, pero con otra estrategia", cuenta Medina, quien se muestra muy entusiasmada con la venta de cocada y esencias de todos los sabores y colores.
Además, es proveedora de estos insumos para sus otras compañeras que, al igual que ella, accedieron al Crédito de Desarrollo Humano (CDH), otorgado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
"Tengo sabores surtidos (de esencias), para mis compañeras que están con emprendimientos de pasteles, cocteles, granizados", destaca.
Medina reconoce que esta es una forma de ganarse la vida, "si no busco la forma qué puedo hacer; quise intentar otra vez con la comida, pero como que no es un recurso solvente; no me quejo porque sí me esta yendo bien".
Junto con el crédito, la mujer recibió capacitación. "Fue excelente; este es el cuarto crédito que hago y de esos este es el primero que le vengo a sacar provecho, porque en los otros tres nos dieron charlas, pero no nos hicieron un seguimiento como ahora. Nosotros como emprendedores, con el seguimiento, como que llevamos un poquito más claro lo que vamos a hacer".
Añade que tiene más firmeza y claridad en lo que voy a realizar, "este crédito me ha servido mucho más que los anteriores; va a tener un mes pero está atrayendo la clientela. Diariamente vendo entre $ 15 y $ 20, para mi es bastante a estar en mi casa sin hacer nada".
Mientras que Dayana Alvarado Borja, otra beneficiaria del crédito del MIES, optó por comprar una carretilla, tachos y frutas, y ahora se dedica a la venta de batidos, jugo de naranja y tostadas.
"Me ha ido bien gracias a Dios, vendo bastante", menciona Alvarado, quien gana $ 60 diarios e invierte entre $ 20 y $ 30 para la compra de materia prima. Con su negocio mantiene a sus dos hijos.
Alvarado y Medina representan al sector de mujeres emprendedoras que decidieron no conformarse con recibir mensualmente el Bono de Desarrollo Humano (BDH), y optaron por solicitar el CDH, para invertir en negocios propios.
Antes de acceder a este beneficio, el MIES, Zonal 8, les brindó capacitación en temas relacionados con el perfil de negocios y educación financiera, que comprende orientación sobre la importancia del ahorro, administración de recursos, formalización para tributar, costos de inversión, producción, ganancia, entre otras herramientas.
Alvarado vende jugos y tostadas en las calles Guerrero Valenzuela y General Gómez, en el suburbio de Guayaquil. Mientras que Medina se ubica en el mercado municipal Caraguay, al sur de la ciudad.
Rodolfo Baquerizo, coordinador en la zona 8, que integra a Guayaquil, Durán y Samborondón, destacó que en lo que transcurre el 2020, en la jurisdicción bajo su competencia, se han entregado más de 2.6000 CDH de $ 1.200 cada uno, con una inversión cercana a los $ 2'800.000. (I)