Luego de un mes culmina la veda del cangrejo en el país
Un total de 820 cangrejos rojos ha sido recuperado en los últimos operativos desplegados por autoridades del Ministerio de Ambiente durante la veda de la especie, que concluyó ayer. La prohibición que se inició el pasado 15 de agosto tiene la finalidad de permitir que este crustáceo pueda realizar la muda de su caparazón.
Durante este tiempo es riesgoso consumirlo debido a las altas concentraciones de oxalato de calcio que genera. Los operativos de control se han desarrollado en vías, mercados y zonas de manglar para evitar la captura del cangrejo rojo y su venta ilegal.
Los controles se han concentrado especialmente en la reserva ecológica Manglares Churute y refugio de vida silvestre Manglares El Morro, así como en vías de Guayaquil, Durán, Naranjal, Playas y Posorja. De los 820 cangrejos rescatados, 332 estaban muertos y fueron desechados en contenedores municipales.
Otros 488 crustáceos fueron devueltos al área de manglar más cercana, para que continúen su ciclo de muda o crecimiento.
En el caso de la vía a Naranjal, los infractores huyeron del lugar abandonando los cangrejos rojos, que posteriormente fueron devueltos a la Reserva Manglares Churute, indicaron voceros del Ministerio de Ambiente.
Las redadas han contado con la participación de la Policía, Capitanía de Puerto de Guayaquil y Subsecretaría de Recursos Pesqueros.
El Ministerio de Ambiente indicó, además, que a partir de hoy se podrá consumir este crustáceo.
En Guayaquil hay decenas de restaurantes que se dedican a la preparación de este crustáceo, muy apetecido por sus habitantes, por lo que ya están preparados para recibir a la clientela ávida por consumirlo.
Claudio Clavijo, quien tiene un restaurante en Salinas, provincia de Santa Elena, mostró su alegría por la culminación de la veda ya que es uno de los platos preferidos por sus clientes. Durante las vedas los cangrejales venden jaibas, pero no tienen tanta aceptación como el cangrejo rojo.
Del 15 de enero al 15 de febrero del próximo año se debe cumplir otra veda para permitir el apareamiento de la especie.