“Los proyectos, antes, no tenían un norte definido”
El Instituto Nacional de Preinversión (INP) está dedicado a cumplir dos objetivos principales: contribuir en el desarrollo de proyectos que le permitan al país salir de una economía primaria extractivista a una terciaria exportadora de servicios y mejora de la calidad de inversión pública, garantizando a través de estudios técnicos que las obras sean bien hechas, señala Santiago Medina Palacios, director ejecutivo de la entidad.
El funcionario, en entrevista con este Diario, informó sobre las distintas actividades que cumple este ente que está adscrito a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).
¿Cuáles son los sectores en los que se involucra el INP?
Esta institución se desempeña en tres grandes áreas: electricidad y energías renovables (proyectos hidroeléctricos, eólicos y geotérmicos); transporte y movilidad; y proyectos multifinalitarios de agua (riego, provisión de agua potable y control de inundaciones).
¿Qué criterios deben tener los proyectos para que sean aprobados y pasen a la fase de construcción?
Los proyectos deben agregar valor, sustituir importaciones e integrar a varias regiones del país.
Deben responder a una planificación, que se hagan en el menor tiempo posible y garantizando calidad.
¿Cómo se evalúan para su construcción?
En los proyectos relacionados al área de electricidad se estudia su viabilidad con el Ministerio de Electricidad; en los que tienen relación con recursos hídricos se lo hace con la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), en construcción de vías con el Ministerio de Trasporte y Obras Públicas, o si son obras de interés local, se lo hace con los gobiernos seccionales.
¿De dónde nacen las demandas?
De los ministerios o territorios y se trabajan de la mano con las oficinas zonales de Senplades, ahí se estudian los pedidos y lo hacen con los ministerios para analizar su viabilidad; o puede ser a la inversa, desde los territorios. La Senplades los filtra hacia los ministerios siempre y cuando los proyectos agreguen valor que nos ayuden con la soberanía alimentaria, reduzcan importaciones y estructuren territorios; cuando pasan estos filtros, lo analiza el directorio.
El INP está integrado por: Senplades, un delegado del Presidente, del Ministerio de Sectores Estratégicos, Ministerio Coordinador de la Producción. Estos entes garantizan la construcción de los proyectos con apoyo económico del Ministerio de Finanzas.
¿Antes también se hacían estudios de factibilidad y pre factibilidad para iniciar un proyecto?
Actualmente existe la inversión pública necesaria para el país, lo que antes no ocurría, y que se está trabajando en infraestructura de comunicaciones, carreteras, proyectos que tienen que ser bien hechos siempre y cuando los estudios también lo sean.
Antes no se tenía instituto que analice, planifique proyectos. Eran iniciativas aisladas que se lo hacía en los diferente ministerios, pero no con una planificación coordinada como ahora se tiene.
Muchos de los proyectos están planificados desde hace 20 años, las necesidades de la gente son las mismas, agua, riego. El instituto recoge algunos estudios hechos por el anterior Instituto Nacional de Electrificación (Inecel), lo recuperan y analizan la inconsistencia y toman esas bases para iniciar ese estudio; proyectos como el de Uso Múltiple del Agua (PUMA), en la provincia de Cañar, y el del sur Tahuin lo vuelven a retomar porque ven que son necesarios.
¿Qué proyectos tienen ya en ejecución?
El INP cuenta con presupuesto de $ 93 millones para 4 años; en este año debemos ejecutar $ 40 millones y $ 35 millones en el 2013. Buscamos contribuir con 1.126 megavatios de potencia eléctrica de proyectos eólicos e hidroeléctricos en construcción. En Lago Agrio contribuiremos con el riego de 342 mil hectáreas, construiremos 448 km de carretera, lograremos reducir 1.052 millones de dólares en importaciones. Estamos apoyando en la construcción de los proyectos: el Metro de Quito y el Tranvía de Cuenca. En el sector de las telecomunicaciones estamos terminando el registro de datos públicos, telemedicina, telesalud y teleeducación.
¿Cómo avanza el estudio para la construcción de la planta de urea?
La urea se produce con gas natural y el Ministerio de la Producción está realizando los estudios para ver si es factible producirla con biomasa, usando los residuos de palma africana y arroz. De lograr esto, seríamos la primera planta en el mundo para fabricar este tipo de urea.