La ayuda de Andrés Loaiza en la crisis es armar túneles de desinfección

La idea la tomó de unos amigos de Balsas, cantón de la parte alta de la provincia de El Oro, quienes publicaron en redes sociales una estructura que permitía a las personas desinfectarse antes de ingresar al mercado de la localidad.

Andrés Loaiza es un joven emprendedor que tiene un taller de metalmecánica en la parte más alta de la ciudad de Portovelo, también en El Oro, cuenta que cuando el Comité de Operaciones Emergentes (COE) de esa localidad pidió a la ciudadanía la colaboración para construir arcos y túneles de desinfección, él fue el primero en levantar la mano.

En su actividad diaria, Loaiza elabora estructuras de metal, cubiertas, realiza montajes de molinos, tanques de agitación y todo lo que se refiere a plantas metarlúgicas, en la industria minera, que es el motor de ese cantón.

Además da mantenimiento a las plantas y fabrica carros para los interiores de las minas.

Todos esos conocimientos le permitieron con mucha rapidez notar cómo funcionan los túneles de desinfección, así como su construcción.

“Tenemos un taller que se llama Industrial Loaiza, en el barrio Uno de Portovelo, contamos con todas las herramientas para el trabajo”, cuenta Andrés Loaiza, quien explica que cuando vio el prototipo en las redes sociales le pareció una excelente idea para luchar contra el coronavirus.

Una obra conjunta
Durante las primeras semanas de la cuarentena por la emergencia sanitaria que enfrenta el país, el COE de Portovelo hizo un llamado general con megáfonos, en radios locales y en redes sociales para que los mecánicos del cantón colaboren en la construcción de arcos y túneles de desinfección, los cuales los instalarían en sitios estratégicos como mercados y centro de salud.

“Yo realicé el primero, pero el material lo puso la gente, unos pusieron los tubos de hierro, otros, tubos de plástico, algunos los tanques, la bomba y los dispersores”, reconoce el emprendedor, que en estos días, pese a la crisis que enfrenta todo Ecuador, da trabajo a otros dos jóvenes.

Un buen negocio
Andrés Loaiza cree que tal vez los túneles y arcos de desinfección solo sean un granito de arena entre todos los esfuerzos que se realizan en el mundo para combatir la pandemia, pero cree que es un buen negocio para los mecánicos que también sienten los estragos de la crisis económica.

“Muchas empresas y sectores estratégicos de todos los cantones del país necesitan de estos túneles de desinfección, para personas y para vehículos”, considera el emprendedor.

Ahora, Loaiza trabaja en pedidos que le han llegado de otros sitios fuera de Portovelo. Afirma que los precios de los productos que elabora dependen de las dimensiones.

“Los costos realmente no son altos”, detalla y confirma que para personas un túnel sencillo puede costar $ 500 mientras que para vehículos el precio va desde los $ 700.

“Creo que tendremos trabajo para un largo tiempo haciendo esto, como ha dicho la OMS este virus se va a quedar por mucho tiempo en el planeta”, sentencia el emprendedor. (I)