Leyes legales, pero inmorales
Conforme escuché al Presidente de la República, el proyecto de Código Monetario y Financiero es positivo para el desarrollo del país, ya que elimina un paquete de normas "legales" pero inmorales, expedidas a pedido expreso de la banca corrupta, por parte del ya fenecido y desprestigiado Congreso Nacional de la partidocracia, que mediante leyes había legalizado la usura en Ecuador.
Sin embargo, es mucho el camino que falta por recorrer, ya que no se trata únicamente de cambiar las leyes, sino del cambio de actitudes de la burocracia de la Superintendencia de Bancos y Seguros, que se convirtieron en corifeos de los banqueros corruptos, así como de la gente que todavía queda en el Banco Central.
Por otro lado, tienen que crearse mecanismos para que la banca pública sea ágil y eficiente, para que se convierta en factor de apoyo al desarrollo social y económico de Ecuador y, además, sirva como herramienta para desmonopolizar el manejo financiero privado que mayoritariamente, sobre el 50%, encuentra en manos del Banco Pichincha, lo cual es altamente peligroso.
En cuanto al tema del Banco de la Vivienda y las cooperativas de Ahorro y Crédito para la vivienda, es diferente y también lleno de complejidades, pues es necesario crear una política nacional de vivienda popular, a fin de que el Estado, en coordinación con los GAD locales, planifique, construya y administre el crédito de ciudades satélites con todos los servicios, optimizando el uso de la tierra, que en la actualidad es un verdadero caos. Cuando hablamos de optimizar el uso de la tierra, quiere decir que deben construirse bloques habitacionales, por lo menos de seis unidades esto reduciría en cinco veces la inversión de infraestructura y optimizaría el uso del suelo, que en la actualidad se expande brutalmente eliminando las áreas de producción para dar paso a las viviendas.
