Las historias de los miles de ecuatorianos, afectados por la mayor crisis financiera y social sufrida por el país en 1999, fueron recordadas ayer en Quito por un grupo de ciudadanos que se reunió para conformar el Frente de Víctimas del Feriado Bancario.

Alexis Flores, uno de los impulsores de esta iniciativa y a la vez presidente de la Federación Nacional del Migrante Retornado, explicó que el objetivo es que las nuevas generaciones conozcan las razones del “salvataje bancario” que implicó “un rescate a la banca con fondos públicos, es decir trasladar las deudas privadas de los bancos a todo el pueblo ecuatoriano”.

Flores indicó que la Federación, que cuenta con 18 organizaciones a nivel nacional, estimula la creación de esta red para que la ciudadanía conozca el “sufrimiento de los millones de ecuatorianos que tuvimos que emigrar del país”.

La recuperación de esta memoria histórica es importante a criterio de Marco Guerrero, presidente de la Plataforma de Movilidad Humana, para evitar un “engaño” a la ciudadanía. Guerrero, quien vivió en Italia por 12 años luego de que sus depósitos fueran congelados, identificó a Guillermo Lasso, candidato a la presidencia por el movimiento CREO, como uno de los “responsables de la separación de los hogares ecuatorianos” por la salida de miles de ecuatorianos al exterior.

“Nosotros que lo vivimos en carne propia estamos haciendo este recordatorio, no para apoyar a nadie, sino para no dejarnos engañar por nadie (…) Ahora se lanzan de candidatos. Nuestra intención es recordar al país el gran dolor y la gran desunión familiar que provocó el feriado bancario”, señaló.

Donny Elizalde, cuya familia migró a Italia y España, pidió que se haga justicia y que los responsables del Feriado Bancario, entre los que señaló a Jamil Mahuad, Ana Lucía Armijos, Jorge Egas Peña y Mauricio Pozo (candidato a la Vicepresidencia por el Partido Social Cristiano), rindan cuentas.

“En vez de estar dando clases y conferencias en Estados Unidos, (Mahuad) debe ser llamado para ser juzgado por los familiares de los 3 millones de ecuatorianos” que se vieron obligados a salir del país.

De acuerdo al libro La estampida migratoria ecuatoriana, la migración de ecuatorianos se duplicó en 1999. Las remesas de los migrantes constituyeron el segundo rubro de ingresos públicos desde 2000 y desde ese año hasta 2004 el envío de remesas al Ecuador superó los $ 8.300 millones. (I)