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El país obtendrá 1.500 megavatios adicionales para el sistema interconectado
Las otras cuatro turbinas de Coca Codo Sinclair funcionarán desde julio
Un hito histórico sucedió ayer en el Oriente ecuatoriano: las 4 primeras turbinas del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair (CCS) empezaron a operar en toda su capacidad y con ello el país pisa firme en su camino hacia el cambio de la matriz energética.
Hasta antes de este momento, era casi una fantasía pensar que el Ecuador contaría con una red de abastecimiento energético tan grande que alcanzaría para satisfacer la demanda interna y también para exportar a países vecinos como Colombia. Eso ahora es una realidad.
Atrás quedan los recuerdos de aquella época en que los recortes eléctricos eran el pan de cada día. Y en que la “hora sixtina” obligó a los ciudadanos a modificar su rutina porque no había la energía suficiente para abastecer a todo el territorio. En ese tiempo, Ecuador era quien importaba electricidad.
Hoy, solamente con las 4 turbinas, generará 750MW adicionales, lo que representa un 30% más de energía. Es como si se encendiera toda la ciudad de Quito y más.
De las 8 centrales hidroeléctricas que lleva adelante el Gobierno, Coca Codo Sinclair es la más importante, con una capacidad generadora de 1.500MW. La obra estuvo a cargo de la empresa china Sinohydro, con una inversión aproximada de $ 2.245 millones. Se encuentra entre los cantones El Chaco (Napo) y Gonzalo Pizarro (Sucumbíos). Capta las aguas de los ríos Quijos y Salado.
Las 4 turbinas que faltan por inaugurar, para que la central opere a plenitud, entrarían en funcionamiento entre junio y julio, señaló el vicepresidente de la República, Jorge Glas, al tiempo de mencionar que Sinohydro dará acompañamiento durante un año.
Además indicó que una vez que culmine el contrato, cuando se entregue la obra completa, se procedería a revisar aspectos técnicos en lo referente a retrasos, posibles
incumplimientos, entre otros temas, con el objetivo de resolver conflictos y aplicar sanciones, si es que corresponde.
La hidroeléctrica es un sistema complejo de instalaciones
Decir que CCS representará un ahorro de $ 600 millones anuales es solo una parte de la historia. Cuando las 8 centrales funcionen en su totalidad, el país ahorrará alrededor de $ 1.300 millones cada año. Como dijo el ministro de Energía, Esteban Albornoz, “aquí está el ahorro, aquí está la inversión”.
La central se encuentra conformada por 5 fases: captación; conducción (tiene un túnel de 24,83 km, es más largo que el túnel para el metro de Quito), embalse compensador con 1’300.000 de metros cúbicos (equivalente a 520 piscinas olímpicas), de los cuales 900.000 metros cúbicos son el volumen útil para la casa de máquinas, donde están las 8 turbinas y la cabina de transformadores.
John García, asistente técnico, explicó que el frente de captación recoge 55% de las aguas del río Coca para someterlas a un proceso de limpieza y sedimentación que toma apenas 8 minutos. En tanto, Daniel Correa, jefe de operaciones de la Central, indicó que el frente de captación tiene capacidad para evacuar 8.000 metros cúbicos por segundos.
Posteriormente, a través de un túnel de 25 km, el agua limpia se traslada hacia el embalse de compensación, regulando la caída del líquido, que es el motor para la puesta en marcha de las turbinas.
A decir de Roque Proaño, jefe de obra civil del embalse, este segmento de la obra constituye el “pulmón de la hidroeléctrica”.
A las 11:52 de ayer, la obra que inició el 28 de julio de 2010 empezó a generar energía. Bastó que el vicepresidente Glas presionara un botón para que las 4 turbinas transformaran el agua en energía limpia y renovable. La primera turbina genera 50MW, la segunda 50MW, la tercera 60MW y la cuarta 100MW. La electricidad que sale de CCS llegará a la subestación de El Inga (Pichincha), que fue inaugurada la semana pasada por el presidente Rafael Correa.
El proyecto contribuye a la transformación a largo plazo
“Tenemos suficiente energía para generar trabajo y un nuevo modelo de desarrollo”, afirmó Glas.
Y es que solo en la ejecución del proyecto participaron más de 7.000 trabajadores de forma directa. Armando Llanos es uno de ellos. Hace siete meses partió de su natal Loreto (Orellana) en busca de un mejor futuro para su familia, puesto que estuvo en el desempleo por varios meses. En Coca Codo no solo encontró trabajo, sino que pudo constatar personalmente que esa sería la obra más importante para Ecuador, después del ferrocarril construido por el General Eloy Alfaro.
“Si me lo contaban de seguro no les creía que algo así, tan grande, se pudiera hacer en mi país. Veo esto y me siento orgulloso de ser ecuatoriano porque pienso que mis hijos van a tener mejores oportunidades que yo”, dijo Armando, quien trabaja en la Casa de Máquinas, el lugar donde la “magia” tiene lugar.
En el evento formal, el ministro Albornoz recordó que por la falta de decisión política, los gobiernos de turno dejaron en el olvido a CCS, cuyos estudios técnicos iniciaron en 1986 y finalizaron en 1992. De haberse construido la central en aquel momento, probablemente el país no tendría deuda externa, agregó Glas.
De su lado, el Ministro de Sectores Estratégicos, Rafael Poveda, adelantó que el Gobierno ya trabaja en la ejecución de los proyectos Cardenillo y Santiago, que tendrán mayor capacidad generadora que Coca Codo Sinclair. “Este proyecto demuestra que los ecuatorianos somos capaces de cumplir sueños”, dijo el Ministro
Allí también se rindió homenaje a los 13 obreros que perdieron su vida en 2014, a causa de un fatal accidente ocurrido por un derrumbe en el pozo de presión del túnel que conduce a la Casa de Máquinas.
Otro gran actor que hizo posible esta obra fue el Gobierno de China, que colaboró con el 85% del financiamiento y con aporte técnico.
Wang Yuling, embajador del país asiático en Ecuador, destacó el buen momento que atraviesan las relaciones entre ambos países, no solo por su cooperación en el campo energético, sino también por su complementariedad como socios económicos naturales.
Para finalizar, Glas anunció que en las próximas semanas se entregaría otra de las centrales hidroeléctricas, Sopladora, que generará 487 MW. (I)