El 100% de cuadernos ofertados en el mercado local es producido en Ecuador. La fabricación viene de la mano de empresas como Papelesa, Carvajal, Vernaza Graphic,Indupac e Inpapel, aunque el mayor peso lo colocó la marca Norma el año pasado, cuando comenzó a fabricar sus 400 ítems en Ecuador.

Los productos de esta marca, de propiedad del grupo empresarial Carvajal, se importaban por completo desde Colombia hasta antes de 2009, pues ese año comenzó a producir parcialmente en el país.

Eugenio Isaza, gerente general de Carvajal Ecuador, declinó dar cifras de producción, pero aseguró a este diario que el cuaderno Norma es líder en el mercado.

Actualmente, sobre los cuadernos importados pesa una sobretasa arancelaria de 45% como parte de las medidas tomadas por el Gobierno para evitar importaciones y compensar la caída del precio del petróleo.

Según Isaza, otras decisiones gubernamentales, como la colocación de normas de calidad INEN, restringieron por completo la importación e hicieron imposible competir en el mercado con este tipo de productos.

El hecho de haber alcanzado la producción total de cuadernos, hace que el sector fabricante se mantenga estable, sobre todo porque existe una gran cantidad de oferta, aseguró Francisco Ponce, gerente general de Indupac, empresa con sede en Ambato y que cuenta con una participación del 21% del mercado. Indupac fabrica la marca Escribe.

En ese sentido, el empresario descartó que las salvaguardias tengan algún impacto sobre esta industria. No obstante, para otros productores como Giovanni Vernaza, gerente de ventas de Vernaza Graphic, se espera un crecimiento de al menos el 15%.

Ambas empresas vienen produciendo cuadernos hace más de una década y han hecho inversiones que bordean el millón de dólares en maquinaria.

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En cuanto a su comercialización, Vernaza cree que la recepción del mercado local en general es buena, aunque “siempre con algo de desventaja frente a las empresas grandes”. En todo caso, aseguró que cada una tiene su nicho de mercado y allá donde se apunta a vencer.

Indupac, con sede en Ambato, produce un total de 15 millones de cuadernos al año, entre modelos grapados, doble anillo, cosidos, y su línea está centrada en un cuaderno más económico, sin mayor valor agregado.

Vernaza tiene alrededor de 350 referencias y, además de cuadernos, comercializa, hojas, libretas, blocks, carpetas y folders. La empresa también importa suministros de oficina.

Aproximadamente a 2 meses para que inicie el período de clases en la región Costa, los comerciantes en su mayoría organizan la mercadería y la ponen en exhibición.

En el mercado de las 4 esquinas, ubicado en el centro de Guayaquil, algunos vendedores reportan sus primeras ventas de manera un tanto prematura, aseguraron, pues normalmente se inician unos 15 días antes de que arranque del año escolar.

Con el tema de las medidas económicas consideraron que hay cierta preocupación por parte de los padres de familia en cuanto a un incremento de precios.

Luis Molina, quien se encontraba comprando una lista de útiles escolares, dijo que seguramente los cuadernos subirán de precio para mayo, y aunque sean fabricados localmente, los insumos importados necesarios para su elaboración harán que se encarezcan.

De los insumos para la fabricación de los cuadernos, las bobinas de papel ingresan sin aranceles por ser materia prima para la industria, y lo mismo ocurre con el cartón para las pastas. Lo que sí fue gravado con el 15% de sobretasa arancelaria en la última resolución del Comex, fue el alambre para el doble anillo, y esto haría que los precios se revisen, sin embargo para el vocero de la marca Escribe, en caso de haber un aumento, será para la temporada de clases de la Sierra y en un monto mínimo.

Por el momento, según Vernaza, otro de los inconvenientes que enfrenta su empresa es una norma técnica INEN para la importación de tinta y que está relacionada con la inocuidad de la sustancia, pero dijo que si bien la empresa proveedora cumple con este estándar, no existe un laboratorio que pueda certificarlo. “Estamos preocupados de quedarnos sin tinta, pues no hemos podido importar”, señaló Vernaza.

Pero más allá de los temas técnicos que conciernen a los productores, la consigna entre los comerciantes del mercado de las 4 esquinas es mantener los precios.

Patricia Arreaga aseguró que es una forma de llamar la atención de los clientes y de conservar la tradición del popular sitio.