Lactosuero, el contaminante que nutriría al mundo
A escala mundial, el suero de la leche se ha convertido en un aliado para la innovación y el crecimiento de la industria de alimentos y bebidas. La Unión Europea, Estados Unidos y Australia son los grandes productores de suero de leche en polvo con un precio por libra de alrededor de $ 0,66, cerca de la cuarta parte del valor de la leche en polvo. En estas naciones, la intensa actividad de investigación y desarrollo, así como las diferentes tecnologías de secado, separación, purificación y de modificación de funcionalidad del suero lácteo, ha permitido la recuperación de las diferentes fracciones del suero y de sus compuestos para crear nuevos productos de valor agregado, que son frecuentemente empleados por la industria de alimentos, tanto para el consumo como para la fortificación de otros productos alimenticios.
Sin embargo, en la actualidad, el material más contaminante por su alto contenido orgánico es el lactosuero, señala el ingeniero ambiental Emilio Hurtado. Cada litro de este subproducto genera una demanda bioquímica de oxígeno (DBO) de 40,000 mg/L a 60,000 mg/L. Estos valores son cerca de 100 veces más altos que los producidos por la descarga de aguas negras de una familia promedio.
Según el experto, la cantidad normal de DBO en un río ronda entre los 2 mg/L y 8 mg/L , dependiendo de su caudal. Agrega que el impacto que provoca una sustancia con material orgánico tan grande como este es que le quita el oxígeno a la vegetación propia del ecosistema en donde es arrojada. “Esto, obviamente, acaba con la vida de ese ambiente y representa un desperdicio de nutrientes para la población mundial”. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para Alimentos y Agricultura (FAO), cerca de 820 millones de personas están desnutridas en el mundo. En América Latina hay más de cinco millones de niños con desnutrición crónica. En países como Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Perú, más de las mitad de los infantes que viven en el campo no come lo suficiente.
Ecuador junto con Guatemala encabezan los índices de desnutrición crónica de niños hasta cinco años de edad, informó Berenice Cordero, titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Mientras la producción y comercialización de bebidas lácteas van en aumento, la de la leche vive un declive desde 2015. Ese año, según datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la producción nacional de leche fue de 1’179.840 litros. En 2017 la cifra fue de 997.804 L y en lo que va de 2018 se han producido 977.848 litros. En 2017 el hambre global aumentó a 821 millones de personas y a 39,3 millones en América Latina y el Caribe. (I)