La versatilidad del bambú abre fuentes de empleo en Ecuador
El bambú se ha convertido en una especie maderable para proyectos habitacionales, sobre todo, para los sectores más pobres de las regiones costera y amazónica.
El sector productivo, industrial y artesanal también lo aprovechan, por lo que el Gobierno y las autoridades ven a esta especie como una fuente de desarrollo económico y sustentable en el tiempo, una propuestas que cuenta con el apoyo de organismos internacionales, indicó Álvaro Cabrera, coordinador de la Red Internacional de Bambú y Ratán (Inbar).
Esta especie maderable, que tiene diferentes clases nativas en la Sierra, Costa y Amazonía y otras son importadas, sirve como andamios, para elaborar instrumentos musicales, muebles, entre otros, mencionó Víctor Hugo Valarezo, de la Central del Bambú Andoas de la Prefectura de Pichincha.
Cabrera señaló que el bambú está disponible en las comunidades rurales y puede convertirse en una fuente de riqueza y generar empleo con una pequeña inversión. Por su rápido crecimiento, fuerza y flexibilidad, el bambú puede representar una alternativa ecológica a la utilización del hormigón, aluminio o madera tradicional en los sectores de la industria y la construcción.
Valarezo indicó que “el bambú es una especie maderable cuyo cultivo se desarrolla en cuatro años, lo que no ocurre, por ejemplo, con la caoba que se la puede usar después de unos 40 años de vida”.
Agregó que desde 2009 cinco carpinteros, dos operarios y un ingeniero, se dedican a fabricar muebles escolares de bambú en el noroccidente de Pichincha.
“Al momento hay 35 productores individuales y asociaciones trabajando en este sector, pero ya se realiza un censo para conocer el número de personas que siembran la caña guadua y el bambú gigante”, manifestó.
“El censo se realizará para conocer el potencial maderero de esta especie, como el caso de los productores del noroccidente que en el último lustro se dedicaron a fabricar mobiliario escolar en madera como bancas unipersonales, bancas bipersonales y escritorios, además de basureros y anaqueles, que eran distribuidos en las zonas rurales, pero ahora se elaborarán con bambú”, recalcó Valarezo.
Señaló que hasta finales de 2011 entregaron 300 pupitres unipersonales, 50 escritorios y 50 anaqueles.
Cabrera dijo que de esta manera, en base a la experiencia del Ecuador en la construcción de viviendas, pisos, mobiliarios, paredes, techos, bicicletas y otros objetos realizados en bambú, el medio ambiente mejorará porque el cultivo de esta especie también aporta a la reforestación.
De su parte, Gastón Zambrano, quien elabora bicicletas desde hace dos años, indicó que “hasta el momento
hemos fabricado 80 bicicletas, de las cuales 20 han sido sometidas a pruebas. Los precios bordean los $ 700”.
Este emprendedor ecuatoriano señaló que aspira a fabricar más unidades para que se reduzca el costo y más personas las puedan adquirir sin poner en duda su resistencia y durabilidad. Agregó que su trabajo es reconocido en Suiza, Canadá, Estados Unidos e Islandia, donde han colocado 6 ejemplares.
Esteban Astudillo, otro artesano que desde hace 6 meses empezó a trabajar con bambú, dijo que no le ha sido difícil introducirlo en el mercado, ya que esta madera es durable y tiene ciertas características que la hacen atractiva para gran parte de las personas.
Con los nuevos procesos, técnicas para su uso y tratamiento, el bambú responde a diversas necesidades que involucran lo cultural, funcional y práctico, así como a las tendencias del mercado que apuntan a elementos más livianos, fuertes y de bajo impacto ambiental.