La Unión Europea (UE) acordó ayer reforzar los controles sobre la carne de vacuno en los Estados miembros, para determinar el alcance de la adulteración de alimentos procesados etiquetados como ternera y que contienen carne equina.

Además, los Veintisiete respaldaron que se hagan análisis para conocer si la carne de caballo en los mataderos contiene rastros de fenilbutazona, un antiinflamatorio potencialmente nocivo para las personas.

La decisión se adoptó en un Comité Permanente de la Cadena Alimentaria, formado por expertos de los Veintisiete.

Varios países de la UE se han visto afectados por el escándalo por la supuesta utilización  de carne de caballo en productos procesados como lasañas, en los que se anunciaba que eran en base a ternera.

El Gobierno de Francia acusó ayer a la compañía gala Spanghero de etiquetar como vacuno la carne de caballo, que supuestamente había llegado marcada correctamente desde Rumania y a través de Holanda.

Hay tres detenidos en el Reino Unido por el caso de productos elaborados con  carne de caballo.