Publicidad

Ecuador, 02 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Punto de vista

La revolución de trabajo como pilar de la Revolución Ciudadana

La revolución de trabajo como pilar de la Revolución Ciudadana
06 de mayo de 2015 - 00:00

Nuestro Gobierno, por convicción y conciencia militante, privilegia al ser humano sobre el capital; cree firmemente en los hombres y mujeres como el principio y el fin de la historia, de la razón de ser y hacer de la sociedad y de las organizaciones sociales y estatales. Todas las políticas públicas parten del balance costo-beneficio social y no meramente de la rentabilidad financiera sustentada en la rentabilidad microeconómica. En materia de los derechos de los trabajadores, mientras en el pasado, las conquistas avanzaban por cuentagotas y requerían de cruentas y masivas protestas callejeras, el gobierno de la Revolución Ciudadana, después del enorme retroceso de los derechos laborales -propiciado por la flexibilización neoliberal aplicada en el largo cuarto de siglo que precedió a nuestro gobierno- está dando saltos cualitativos, auténticamente revolucionarios, que posicionan a Ecuador como uno de los países vanguardistas en el ámbito laboral. Recordar, por ejemplo, la eliminación de la tercerización laboral, el concepto de salario digno, el significativo aumento de los salarios reales en la distribución primaria del ingreso, el tratamiento digno que se confiere a las empleadas remuneradas de los hogares (garantizando la seguridad social y remuneraciones iguales a los demás trabajadores), la inclusión de las personas con discapacidad y de otros grupos altamente vulnerables. Esta apuesta por la vida digna ha demandado de nuestro Gobierno un cambio sustancial en la dirección y contenido de la acción del Estado y las políticas económicas y sociales. El mayor esfuerzo desplegado tiene relación con la inversión social en salud y educación. Solo los seres humanos sanos, educados, capacitados, son libres y pueden desenvolverse a plenitud en la vida.

Algunos de los pilares de la revolución del trabajo impulsada y ejecutada en estos 8 años, se resumen así:

La primacía del ser humano sobre el capital. El ser humano es el sujeto y fin del sistema económico que es ‘social y solidario’ (añadiríamos: con mercado).  PAIS es un movimiento de masas, democrático, pluralista, que coloca al trabajo y al talento humano como un valor superior, no como una simple mercancía que se compra y se vende en el mercado. No existe un mercado laboral sino un sistema laboral que debe ser regulado y controlado obligatoriamente por el Estado en función de la plena garantía de los derechos legítimos de los trabajadores, incluida la libertad de su organización. La Constitución de la República y PAIS reconocen todas las formas lícitas de trabajo. El trabajo es fuente de realización personal.

Socialismo significa que el trabajo es el generador de valor y constituye un derecho humano fundamental, tan importante como el derecho a la vida. Al Estado le corresponde velar por las condiciones dignas para el ejercicio de este derecho.

La política remunerativa debe orientarse a la justicia social mediante el mejoramiento constante de las remuneraciones en la distribución primaria del ingreso. La productividad y el costo de vida deben utilizarse, además, como parámetros para su determinación.

Poner fin a todo tipo de discriminación laboral;  hay que poner fin a todo tipo de discriminación laboral, ya sea por razones étnicas, raciales, políticas, religiosas, de género, etc.

Eliminación de la pobreza; mediante el acceso a un empleo o trabajo digno, como la única vía efectiva y sostenible a largo plazo.

Transformación cultural; tanto del trabajador y su organización como del empleador. Los empleadores deben cumplir con la responsabilidad social, ambiental, laboral y fiscal. Los trabajadores deben cumplir con responsabilidad.

Una nueva visión del sindicalismo como la organización encargada de la defensa de los legítimos derechos del trabajo; y que contribuya al mejoramiento de la productividad, la innovación y el cambio de la matriz productiva.

El pleno empleo con trabajo digno debe ser la nueva utopía movilizadora. Las políticas públicas propenderán a la consecución de tal meta. El pleno empleo digno es responsabilidad del Estado y la sociedad. La generación de condiciones y establecimiento de oportunidades para el trabajo digno para todos es responsabilidad social y del Estado.

Incentivos tributarios; uno de los incentivos tributarios más eficaces es aquel que se orienta a la generación de nuevos empleos. Tiene la ventaja de facilitar una clara ‘rendición de cuentas’. Premiar a los emprendimientos que incorporen más y más talento humano, sin recurrir a escudos fiscales, apunta a resolver un problema social y económico central.  

Capacitación: Al Estado le corresponde capacitar y formar para la creación y afirmación de competencias laborales.  La educación formal, de calidad y gratuita, debe ser complementada con la formación para el trabajo (aptitudes y actitudes)  

Pasantías; tanto en el sector público como en el sector privado, las pasantías constituyen una puerta de entrada al primer empleo. Hay que acondicionar el marco jurídico para tal propósito.

Sindicalismo por ramas; considerando la existencia de miles de empresas con menos de 30 trabajadores, el sindicalismo por ramas es una alternativa que permitiría la organización de los trabajadores.

Democratización sindical; es indispensable, junto con una nueva visión de un sindicalismo moderno, diseñar mecanismos democráticos para su constitución. La votación universal, libre y secreta garantiza un sindicalismo mucho más participativo y democrático.

Contratación Colectiva. La negociación colectiva debe trascender del economicismo puro. Si bien los salarios constituyen materia básica de la contratación colectiva, es indispensable hablar, más que de los derechos de los trabajadores, de la ciudadanía laboral. Respecto a la contradicción capital- trabajo, hay que diferenciar entre sector público y sector privado. Entre el Estado y los trabajadores no existe la pugna por la distribución primaria del ingreso, como sí existe en el sector privado. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media