Las directrices para la aplicación del programa económico se conocerán esta semana cuando se presente el Plan Nacional de Desarrollo.

Analistas consideran que las medidas planteadas por el presidente Lenín Moreno guardan similitud con las del anterior Gobierno, lo que despierta preocupación en varios sectores. 

En un foro sobre la situación económica del país, realizado ayer en Quito, Alberto Acosta Burneo anotó tres ejes en los que, a su criterio, se fundamenta el programa: sostenimiento del gasto público y corresponsabilidad privada; sustitución de importaciones; y garantía de la liquidez en la economía.    

“Son los mismos que la década pasada, solo cambió el escenario”, dijo Acosta al señalar que si bien las autoridades acogieron la mayoría de propuestas del Consejo Consultivo Productivo y Tributario, no se atendieron aspectos para reducir los costos de producción.

Además se agregaron temas que no fueron discutidos dentro del Consejo, según lo ha advertido el Comité Empresarial Ecuatoriano.

Expuso que la base de la corrección económica está en lograr una reducción en los precios internos que vuelva nuevamente rentable la producción.

Esto se logrará, manifestó, impulsando la productividad y competitividad, mas no imponiendo más limitaciones a las importaciones  aplicando los techos máximos arancelarios a 375 partidas o con la tasa de $ 0,10 por producto importado, cuyo mecanismo aún no está claro.

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“Lo que busca el Gobierno es otra medida similar a las salvaguardias”, comentó Acosta Burneo y advirtió que las restricciones provocarán nuevamente el encarecimiento de la importación formal y rentabilizarán  el contrabando aún más.

Las autoridades han prometido una lucha intensa para eliminar el ingreso ilícito de mercadería al país.

La tasa de $ 0,10 inyectará recursos para las actividades de control.

Moreno defendió sus decisiones durante el segmento semanal ‘El Gobierno Informa’, que se transmite en cadena nacional todos los lunes. Ahí justificó que el programa es un paso necesario para que baje de manera gradual el riesgo país y con ello mejoren las condiciones de la deuda pública.

De hecho las estimaciones de organismos multilaterales han mejorado en el transcurso de los últimos meses, como es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya predicción para 2017 se modificó de -1,2% a 0,6%.

El economista Walter Spurrier atribuyó este cambio de visión a un mejor entorno internacional, como el aumento del precio del petróleo, la reducción del riesgo país, el debilitamiento del dólar y el crecimiento de la economía mundial.

Cuestionó que la recuperación que experimenta Ecuador está sostenida principalmente por una fuerte inyección de recursos desde finales de 2016, producto de un mayor endeudamiento público. Al igual que Acosta no ve en el programa económico una estrategia clara para reactivar la producción.

“El problema no es cuánto se endeudó el país, sino que lo hizo muy rápido y en condiciones difíciles”, opinó Spurrier. 

Agregó que el plan de Moreno se entiende como una receta parecida a la que implementó Rafael Correa porque dentro de su equipo están dos funcionarios del gobierno anterior: Diego Martínez, exgerente del Banco Central del Ecuador y exministro de Política Económica; y Patricio Rivera, también exministro de Política Económica y extitular de Finanzas.

Martínez ahora es representante del Ejecutivo en la Junta Reguladora Monetaria y Financiera, mientras que Rivera es delegado ante el Comité de Deuda y Financiamiento.

EL TELÉGRAFO tomó contacto con los dos para conocer su criterio acerca del programa económico, sin embargo, ambos respondieron que “no tienen autorización” para pronunciarse y que los voceros oficiales son el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, y el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Leonardo Orlando. (I)