Con el plan del magap se espera elevar la calidad del producto que se envía al exterior
La mosca de la fruta limita las exportaciones agrícolas
Emilio Vinueza cultiva frutas hace más de 25 años en su huerto, ubicado en Checa, al nororiente de Quito. Junto a su hijo Javier produce manzanas y duraznos.
Hace algunos años Emilio y Javier fueron testigos de la destrucción de sus cultivos, causada por una plaga. Cuenta que perdió más del 60% de su producción, por la presencia de la denominada “mosca de la fruta”.
Con el paso del tiempo estos fruticultores han tomado las debidas precauciones, y poco a poco la cantidad de moscas disminuyó hasta erradicarse casi completamente.
Su cultivo ha sido visitado desde febrero en varias ocasiones, por técnicos de la Agencia Ecuatoriana de Calidad del Agro (Agrocalidad), entidad adscrita al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).
El propósito de las visitas fue coordinar la instalación de trampas que permitan realizar una evaluación adecuada, además de controlar el manejo del huerto y la eliminación de las plantas hospederas como la guaba, que -según el criterio de Emilio- “eran las que atraían a las moscas”.
Precisamente la presencia de la mosca de la fruta impide que Ecuador exporte sus productos hortofrutícolas. Esta es una plaga que se adapta a las diferentes condiciones ambientales y es uno de los principales problemas que afectan a la producción, según el texto “Manejo y Control de Moscas de la Fruta”, publicado por Agrocalidad en 2010.
Frente a este problema, el Magap, a través de Agrocalidad, implementó el “Proyecto Nacional de Manejo de Moscas de la Fruta (PNMMF)”, que en 2 años de labor invirtió más de $ 3 millones para el monitoreo, capacitaciones, trampeo. En él, trabajan 39 técnicos, en todo el país.
Este proyecto tiene como propósito reducir la población de moscas de la fruta, así como declarar y mantener áreas libres y de baja prevalencia, para promover la apertura de nuevos mercados internacionales y la diversificación de la oferta exportable.
En Ecuador existen más de 40 especies de moscas pertenecientes al género Anastrepha Mosca Sudamericana, y una especie al género Ceratitis (Ceratitiscapitata) o mosca del Mediterráneo, que destruyen la pulpa, ocasionan pérdida de la calidad, afectan el valor comercial del producto y facilitan el ataque de patógenos. Esto significa pérdidas que van del 30% al 100% de la producción, según la Coordinación de Sanidad Vegetal de Agrocalidad.
Esta entidad considera que Ecuador es megadiverso en cuanto a la producción de frutas y hortalizas, con alrededor de 28 mil hectáreas cultivadas. Alrededor de 5.902 pequeños, medianos y grandes productores son beneficiados directamente, y 6 mil indirectamente, generando empleo para más de 13.500 personas.
Asistencia técnica a los productores
Para José Vilatuña, líder del Proyecto Nacional de Manejo de Moscas de la Fruta, las moscas son el principal problema fitosanitario para la producción de frutas en Ecuador, por su daño a una amplia gama de hospederos, a una extensa área de distribución natural, y por poseer gran variabilidad genética y un alto potencial reproductivo, a lo que se suma la importancia cuarentenaria para muchos países, en cuanto a temas de exportación.
Dentro de los frutos con mayor afectación se encuentran la guayaba, guanábana, chirimoya, café, durazno, pera, higo, ciruela, tocte, naranja, mandarina, uva y níspero.
Vilatuña explicó que en 17 de las 24 provincias del Ecuador se realizan varias acciones como: la instalación de rutas de monitoreo con las trampas para detección de las moscas de la fruta; caracterización de las áreas frutícolas y manejo integrado entre otras actividades que se ejecutan desde 2014.
También se ofrecen constantes capacitaciones y talleres, que cuentan con la presencia de autoridades y técnicos de Agrocalidad, productores, docentes y estudiantes de escuelas, colegios y facultades de Ciencias Agronómicas de los sectores, sobre todo en aquellas provincias que son consideradas de alto impacto: Guayas, Manabí, Tungurahua, Santa Elena y Pichincha.
Para Emiliano Vinueza, “es importantísimo que haya una institución que se preocupe de este control; de tener un monitoreo constante para todo tipo de fruta, a fin de que el consumidor reciba un producto de calidad sin en riesgo su salud, realizando un trabajo adecuado. Nos orienta, nos guía, para obtener buenos resultados con lo que vamos a tener un mejor manejo y por ende un mayor rendimiento económico, algo que el sector productivo del país busca desde hace mucho tiempo”.
Control y recomendaciones
Entre las estrategias para el control de las moscas de la fruta en los cultivos, Agrocalidad recomienda recolectar y enterrar la fruta caída, limpiar el huerto de malezas, rastrillar el suelo alrededor del frutal, usar trampas caseras, podar los frutales, cosechar toda la fruta del árbol, entre otras.
Además, en zonas urbanas, donde existen frutales en los patios de casas, éstos deben ser cuidados de igual forma, porque de otro modo se convertirían en lugares de crías de las moscas y perjudicarían a plantaciones frutícolas cercanas, dijo Paulina Valencia, responsable del Monitoreo del PNMMF a escala nacional.
Todas estas acciones van en beneficio de la producción hortofrutícola del Ecuador, con el propósito de incrementar las exportaciones de frutales y abrir nuevos mercados internacionales para productos hortofrutícolas como uvilla, papaya, mango, pitahaya, mora y tomate de árbol.
Serán más de 11.705 pequeños, medianos y grandes productores beneficiarios directos con el proyecto, además de la reducción de las aplicaciones de agroquímicos para el control de moscas de la fruta en todo el país, tal como estipula el proyecto aprobado por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) en 2014. (I)