¿Qué posibilidades hay de que el Mercosur cierre en esta Cumbre su propuesta de acuerdo con la UE?

El Mercosur en realidad tiene su propuesta consensuada entre los socios desde el año pasado. La actual Presidencia Pro Tempore del bloque, a cargo de Paraguay, ya le comunicó a la Unión Europea (UE) que estamos listos para sentarnos a intercambiar ofertas. Ahora nos toca esperar que la UE también esté pronta, con su oferta consensuada internamente, para  pasar de la teoría a la práctica.  Espero que de aquí al final de la Presidencia Pro Tempore de Uruguay (a mediados de 2016) haya finalizado la negociación del acuerdo, que debe necesariamente ser justo, equilibrado y ventajoso para ambas partes.

¿Cree, tal como lo han planteado algunos socios del bloque, que es conveniente un acercamiento del Mercosur a la Alianza del Pacífico? ¿Habría algún riesgo allí?

Los países del Mercosur y de la Alianza del Pacífico ya son socios comerciales hace muchos años. La mayoría de los países de la Alianza del Pacífico está asociada al Mercosur y los Estados de ambos bloques integran la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi). A partir de 2019 la Aladi es una gran área de libre comercio que incluye al Mercosur y a la Alianza del Pacífico, los cuales ya cuentan hoy con un nivel arancelario muy bajo para el intercambio comercial de bienes. Los desafíos para profundizar ese acercamiento pasa por la facilitación del comercio, la promoción comercial y de inversiones, así como elementos vinculados a la ciudadanía regional.

El triunfo de la centroderecha en Argentina implica, al menos potencialmente, el surgimiento de tensiones con otros socios. ¿Cree que los cinco países miembros podrán actuar en conjunto pese a las diferencias ideológicas?

Estoy convencido de que hay que buscar el consenso, más allá de las diferencias ideológicas que puedan existir. La integración regional no se hace por ideología, se hace negociando en el marco de los intereses específicos de los países que integran el bloque. Sin embargo, todos deben tener como norte la profundización del proceso de integración. En el mundo actual el camino hacia el crecimiento económico con inclusión social y desarrollo sustentable solo es posible hacerlo en grandes bloques y no de forma aislada.

Este año Argentina eligió por voto popular a sus representantes del Parlasur. ¿Cuál es el aporte de ese espacio a la región?

La elección directa para parlamentarios del Mercosur realizada por Argentina fue muy importante para el bloque. Todo proceso de integración regional necesita que sus decisiones sean tan legítimas como sea posible. Desde 2004, Mercosur trabaja para reducir el déficit democrático con la creación de un parlamento, la institucionalización de las Cumbres Sociales y otros instrumentos de participación social. El Parlasur por ahora no tiene todas las facultades de un Poder Legislativo clásico, pero tampoco las tenía el Parlamento Europeo cuando fue creado. Es un proceso a largo plazo. Necesitamos que los partidos políticos se involucren en el proceso de integración. La conducción de la integración no puede ser una mera obra de los poderes ejecutivos. Todos deben involucrarse y el Parlasur es el espacio natural para que todos los sectores de la sociedad, todos los colores políticos, estén representados en la toma de decisiones del Mercosur.

El año que viene el Mercosur cumple 25 años de existencia. ¿Cuáles son los retos pendientes?

Son 25 años de muchos logros y desafíos. Para la vida de una persona puede parecer mucho, pero para un proceso de integración es poco, más aún en América Latina. Nuestros países se han dado la espalda durante años, ante la hipótesis de un conflicto bélico. Las repercusiones del largo período de dictaduras militares aún se sienten. La falta de conexión en infraestructura física es un ejemplo de eso (...) Pero de forma progresiva se profundiza nuestra integración. Instrumentos como el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), que hoy tiene una cartera de proyectos superior a los $ 1.000 millones, donde solo Paraguay ha recibido más de $ 600 millones, demuestra que la integración va más allá del libre comercio. Tenemos enormes desafíos, pero también hemos profundizado aspectos relacionados a los derechos de los ciudadanos de residir, trabajar y jubilarse en cualquier país del Mercosur.