A través de un conversatorio con medios de comunicación, el gerente general del Banco Central del Ecuador (BCE), Diego Martínez, efectuó una explicación de los resultados de las cuentas nacionales trimestrales recientemente publicados.  Durante su exposición, Martinez dedicó también un tiempo para explicar cuándo una economía se encuentra o no en crisis.

Al respecto, el funcionario manifestó que se requiere que confluyan cuatro circunstancias para hablar de “crisis económica”: tasas anuales de un crecimiento negativo del producto interno bruto (PIB) por más de dos trimestres consecutivos; tasas anuales de inflación mayores al 30% o, en un sentido contrario, una deflación; una reducción de depósitos y créditos con tasas anuales mayores al 20%; y un aumento anual del desempleo superior a 2 puntos porcentuales.

Utilizando datos de la evolución de aquellas variables desde 1993 hasta 2016, Martínez concluyó que, en Ecuador, solo ocurrió uno de aquellos procesos: el PIB exhibió tasas negativas de crecimiento desde el tercer trimestre de 2015.

Actualmente, la economía ecuatoriana estaría en ‘fase de desaceleración’ que podría culminar en el segundo semestre de este año y dar paso a una ‘fase de recuperación’. En esta, sin embargo, la tasa de variación del PIB ecuatoriano todavía no sería positiva pues, acotó Martínez, “lo que estamos diciendo es que el ritmo al que venía deteriorándose el crecimiento del PIB empieza a dar la vuelta. Y si bien todavía tendremos tasas negativas, no serán crecientes”.

Por ello, durante el segundo semestre de este año, se espera un mejoramiento económico paulatino en indicadores tales como la tasa de desempleo, la captación de depósitos y el otorgamiento de créditos. (I)