Los institutos técnicos duales se abrirán con asesoría alemana
“La cooperación es clave para transferir tecnología entre países”
Un estudio realizado por el Centro para el Desarrollo Mundial (CGD por sus siglas en inglés), organismo de análisis con sede en Washington (EE.UU.), afirma que los países europeos contribuyen en menor medida al desarrollo tecnológico mundial que otros países del primer mundo y que, además, están aplicando políticas de propiedad intelectual (PI) que no son favorables al desarrollo.
El tema se vuelve ineludible en momentos en que Ecuador negocia un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), en el que la PI figura como un punto poco consensuado.
Édgar Izquierdo, experto en emprendimientos y profesor de la Escuela de Negocios de la Espol (Espae), consideró que, si bien el tema de PI requiere un trato cuidadoso, no representa un impedimento o algo que no pueda superarse. “La premisa básica de toda negociación es el ganar-ganar, lo que implica presentar opciones y no posiciones”, expresó.
A criterio del académico, en el tema de transferencia tecnológica, cada parte tiene una posición distinta según sus intereses. La parte que transfiere tiene expectativas que apuntan a generar ingresos por el uso de las patentes, mientras que el país receptor espera que el acuerdo facilite la producción de bienes y servicios, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Oliver Parche, gerente general de la Cámara de Industrias y Comercio Ecuatoriana-Alemana (AHK), coincide con esta óptica. “Ecuador tiene lo que Alemania no. Nosotros necesitamos productos de agricultura, y seguramente mi país, como otros europeos, tiene la tecnología que requieren los ecuatorianos para mejorar su producción, por lo que no tiene que ser difícil este camino”, opinó el empresario.
Precisamente las diferencias de recursos entre países es lo que -a criterio de Parche- justifica el proteccionismo en materia de PI, en particular para Alemania, porque el mayor recurso que tiene este país es la innovación. “Con una economía de más de 80 millones de personas tenemos que proteger nuestro desarrollo tecnológico”, señaló Parche.
Por ejemplo, el Parlamento y el Consejo de la UE protegen el desarrollo de programas de computadora bajo las leyes de derechos de autor, tal y como si se tratara de una obra literaria, teniendo en cuenta que exigen “una considerable inversión de recursos humanos, técnicos y financieros”.
Parche consideró que el tener determinados recursos naturales y genéticos es una ventaja.
De hecho, Ecuador busca proteger su patrimonio. Dentro del documento que se negocia con la UE, en el apartado de propiedad intelectual, el Gobierno propone que el acceso a los recursos biológicos y genéticos estará condicionado al consentimiento del país y que “el conocimiento tradicional no será un medio de obtención de lucro”.
En el marco de las negociaciones para un acuerdo comercial, el sector farmacéutico local se ha opuesto a la protección por 5 años para los datos de prueba a medicamentos que brinda la UE, lo cual, en opinión de Peter Schwaiger, encargado de negocios de la UE en Ecuador, no afectará al país.
Cooperación
Según el estudio, publicado en la página scidev.net, el coautor del mismo, Walter Park, profesor de Economía en la Universidad Americana de Estados Unidos, dijo que Europa tiene la obligación formal de apoyar el desarrollo tecnológico del mundo en desarrollo.
No obstante, Oliver Parche cree que la clave para alcanzar objetivos mutuos es la cooperación y no una transferencia per se. Puso como ejemplo la colaboración europea a nivel académico. “Ustedes tienen un lindo proyecto con Yachay y esto es algo con lo que los alemanes nos sentimos familiarizados; entonces, ¿por qué no pensar en que desarrollemos máquinas, ideas y nuevas tecnologías en conjunto?”, planteó.
La AHK inició el año pasado un proyecto junto a la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), para la apertura de 40 institutos técnicos en carreras como electrónica, fotografía y cerámica, lo cual -para Parche- ya implica cooperación y transferencia de tecnología.
Por su parte, Izquierdo opinó que la innovación es posible cuando un país orienta sus esfuerzos hacia una inversión pública y privada en investigación y desarrollo.