Iniap investiga materiales resistentes a la antracnosis
El tomate de árbol es cultivado principalmente por pequeños y medianos agricultores en el país.
Una de las limitantes serias que afronta este cultivo es la antracnosis, colletotrichum gloeosporioides, enfermedad ampliamente diseminada en las zonas productoras, que limitan la superficies sembradas y que se aproximan a las 5.000 hectáreas.
El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), a través de su Programa de Fruticultura, lleva a cabo investigaciones para obtener un producto resistente a esta enfermedad.
Pablo Viteri, técnico de este programa, señaló que los productores al no poder contrarrestar esta plaga tienen grandes pérdidas, puesto que ni los pesticidas son eficaces cuando está infectado el cultivo.
“En algunos casos abandonan las zonas tradicionales de siembra y se mueven a otras zonas más altas o hacia las más bajas”, dijo.
Añadió que esta solución es momentánea, porque las esporas se movilizan de un lugar a otro, por medio de las plantas, que contaminan las nuevas zonas.
Con el propósito de solucionar este problema, indicó Viteri, el Iniap trabaja desde el año 2006 en un proyecto con una especie silvestre de tomate de árbol, cyphomandra uniloba, que tiene mayor resistencia.