Los empresarios y expertos realizan observaciones al Código Laboral
Inequidad laboral para la mujer, reto aún pendiente
La celebración del Día del Trabajo y la presentación por parte del Ministerio de Relaciones Laborales de un borrador del proyecto de Código para regular la actividad laboral en reemplazo de la normativa vigente, pone de relieve la situación de segmentos todavía vulnerables: discapacitados, mujeres y jóvenes.
Según Henry Kronfle, titular del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), este es uno de los temas que su sector ha tratado con el actual ministro del ramo, Carlos Marx Carrasco, y sobre el que se han hecho propuestas precisas debido a su importancia.
En el caso de la inserción laboral para personas con discapacidad, Ecuador ha logrado avances en los últimos cuatro años a partir de la ley vigente hace más de 8 décadas.
El artículo 42 del Código de Trabajo señala que el empleador público o privado que cuente con un número mínimo de veinticinco colaboradores, está obligado a contratar al menos a una persona con discapacidad; y a partir de 2009, el porcentaje obligatorio de contratación de personas con discapacidad es del 4% del total de la nómina.
Sin embargo, para Xavier Torres, vicepresidente del Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis), y presidente de la Federación Nacional de Ecuatorianos con Discapacidad Física (Fedenif), queda todavía más por hacer, pues si se trata de cumplir con ese 4% el país debería tener alrededor de 86.000 personas con capacidades especiales insertadas laboralmente, y hasta el momento hay 73.000.
“Esto deja una brecha que se debe llenar este año, según los programas implementados por los diferentes organismos”, señaló. Hasta el momento, a través de la Fedenif, se ha logrado insertar laboralmente a 13.291 personas desde 2006.
La nueva óptica con que se mira el ingreso de personas con discapacidad a las empresas tiende a ir más allá de una contratación “porque así lo exige la ley”. De hecho, los ascensos son una meta que parece posible, según expertos, pero mucho depende del tipo de discapacidad. “Estamos trabajando en el campo educativo para mejorar los perfiles laborales”, dijo Torres.
El vicepresidente del Conadis manifestó que quienes tienen mayores inconvenientes son aquellas personas con deficiencias visuales e intelectuales.
Mujeres y diferencias
Las mujeres han ido conquistando espacios en el mercado laboral, es indudable. Según Roberto Estrada, especialista en recursos humanos y socio de la consultora Deloitte, las mujeres ocupan actualmente puestos de igual o más responsabilidad que los varones en las áreas financieras, comerciales, de marketing y recursos humanos; sin embargo, las gerencias generales aún se muestran esquivas, así como el acceso a un sueldo equitativo.
El ranking de las 500 mayores empresas del Ecuador da cuenta de que en el 98% de los casos, las gerencias están ocupadas por hombres; y de acuerdo con un estudio de la consultora, a medida que el puesto es más alto, las ejecutivas ganan menos que sus compañeros.
Las cosas tienden a empeorar según el nivel socioeconómico y de formalidad de la empresa.
Henry Kronfle dijo que persisten prácticas como los despidos para las mujeres en etapa de embarazo y lactancia, lo que cataloga como una “barbaridad” y en tal sentido cree que las leyes deben ser claras.
Una de las sugerencias del Ministerio ha sido duplicar los montos de indemnización, de modo que el empleador “lo piense dos veces”.
“Esa protección de la mujer es muy importante”, expresó Kronfle, para quien la ley debe ser clara y cumplirse, y de lo contrario aplicarse las sanciones respectivas.
Estrada opinó que este tipo de prácticas laborales ocurren en empresas de mucha informalidad, en donde se violentan incluso otros derechos como los de la seguridad social.
Susana Balarezo, titular del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), mencionó por ejemplo que son muy frecuentes los despidos de empleadas domésticas cuando estas se embarazan.
Señaló el caso de una joven que, al enterarse de su estado, prefirió abortar para no perder su empleo.
“Son empresas bastante informales, no son cosas que se ven en la empresa grande”, aclaró.
Pero desde su campo de acción diario, Balarezo aseguró que la violencia es otro hecho palpable en el campo laboral y aseguró que -con sorpresa- reciben cada vez más solicitudes de empresas que piden asesoría en temas de prevención de violencia y acoso en el trabajo.
Este último problema ocurre con mayor incidencia en el caso de grandes grupos de mujeres manejados por un supervisor.
Debido a esta problemática, que a veces no es visible para el común de las personas, la directora del Cepam no descarta hacer una propuesta para que se incluyan temas como el acoso dentro del borrador de normativa que será presentado mañana para entrar a proceso de socialización.
“Creo que es un tema que en el Código del siglo pasado no se incluyó porque no era visible, pero ahora tenemos mucha conciencia de que es una problemática que afecta incluso a las empresas”, dijo.
Jóvenes quieren trabajar
La primera experiencia laboral es todavía un desafío en el Ecuador.
“No existen aún todas las oportunidades para que los jóvenes pasen a formar parte de las filas en las empresas”, expresó Estrada, para quien “algo” ha aportado el tema de las pasantías, pero consideró que debe existir una mayor coordinación entre la empresa privada y las universidades.
Sobre el mercado laboral de los profesionales jóvenes, Estrada opinó que en un momento en que el país cruza por un cambio de matriz productiva se deben establecer prioridades.
“Es posible que necesitemos más ingenieros, más expertos en petróleos, y no tantos abogados ni médicos, porque hay que ser consecuentes con las realidades del mercado”, expresó.
Otro de los inconvenientes, según indicó Kronfle, es que se les pide a los jóvenes experiencia laboral y en tal sentido cree que dentro del Código Laboral debe haber un capítulo referente a este tema, con condiciones muy particulares, aunque no quiso adelantar estas propuestas pues deberán ser motivo de debate con el Ministro y los demás sectores.
POLÍTICAS DE LUCHA CONTRA LA EXPLOTACIÓN
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, días atrás manifestó que continuará impulsando políticas para luchar contra la explotación laboral en el país.
“Hoy tenemos más de un millón de trabajadores adicionales afiliados a la seguridad social, sistema que ha mejorado sustancialmente; ahora tenemos el salario de la dignidad, una política inédita a nivel mundial que está siendo estudiada y pronto será seguida en muchos países”, afirmó el Mandatario.
Durante la administración del Jefe de Estado se eliminó la tercerización laboral, el contrato por horas, se dispuso la afiliación obligatoria de todos los trabajadores a la seguridad social, se elevó el salario básico de $ 170 en el 2008 a $ 340 este año.
Asimismo, se dispuso el acceso de las personas con discapacidad a la fuerza laboral, se creó la licencia por paternidad y se ordenó que ninguna empresa pueda pagar utilidades a sus accionistas si no paga el salario digno -calculado en $ 360 en 2013- a todos sus empleados.
“Los logros son impresionantes. Somos el país que más puestos ha escalado en el índice de desarrollo humano de la ONU, somos de las cinco economías que más crecen y de las tres que más reducen la pobreza”, resaltó Correa.
El gobernante destacó que hoy Ecuador “tiene el salario real más alto de la historia y de la región andina”.