“Hay intereses muy poderosos que quieren evitar un cambio”
La Superintendencia de Control del Poder de Mercado cuenta con la capacidad de intervenir en los casos de concentración de empresas en un mismo sector, un fenómeno que, según Pedro Páez, titular de la entidad es muy latente en Ecuador y genera severos abusos para los consumidores.
La concentración económica que hay en Ecuador es alta en relación a Latinoamérica. Páez afirmó que en el caso del sector financiero, cuatro bancos manejan entre el 60% y el 80% de los agregados financieros más relevantes que son: depósitos, patrimonio, activos y monto de ingresos.
Destacó que los primeros que se están sometiendo a una revisión son las telecomunicaciones, aerolíneas, la industria alimentaria, la farmacéutica y los textiles.
Desde el 14 de diciembre del año pasado hasta el 4 de febrero de 2013, la Superintendencia registra 17 denuncias de distintos sectores de la economía por abusos de poder de mercado y acuerdos y prácticas restrictivas.
¿Es necesario que el Estado regule, fiscalice e intervenga más en la relación entre empresas y clientes?
No, es al revés la cuestión. Si confiamos en eso estaríamos fortaleciendo una situación egocéntrica y paternalista, que es precisamente lo que no queremos. El mandato constituyente del pueblo ecuatoriano es crear un nuevo país, donde la iniciativa de todo el mundo pueda desplegarse desde el empoderamiento, la construcción de ciudadanía.
Lo otro significaría que tendremos que entrar a sancionar cada transacción, contrato, en cada rincón del país, todos los días, es una locura. Por cada intervención que hagamos habrá 1.000 que no podamos hacer. Lo que queremos es establecer nuevas reglas del juego que permitan que la gente pueda desplegar de mejor manera su iniciativa.
Frenamos, bloqueamos de manera tajante las mañas, abusos, prácticas rentistas de los operadores dominantes en el mercado, pero al mismo tiempo lo que hay que crear es una estructura de incentivo que permita que la gente pueda meterse en otra dinámica empresarial con la generación de empleo, búsqueda de oportunidades, incorporación de tecnología, innovación permanente, eficiencia.
¿Cuáles son los mercados que mayor concentración tienen?
En todos los 400 sectores económicos del país hay una concentración de mercado. Por ejemplo, en el sector financiero los cuatro bancos concentran entre el 60% y 80% de los agregados financieros más relevantes que son depósitos, patrimonio, activos y monto de ingresos.
Tenemos una estructura oligopólica en el país que ha sido fruto de 500 años de concentración del poder económico y político y eso no lo vamos a poder cambiar de la noche a la mañana.
¿Qué se debe hacer para contrarrestar esta situación?
El horizonte que estamos planteando es el de ganar-ganar, en el que inclusive aquellos operadores que han estado viviendo del abuso hasta ahora podían tener unas condiciones lucrativas y robustas en el futuro cercano. Hay un desperdicio de oportunidades brutal en el mercado interno, estamos hablando de un crecimiento sostenido de nuevos nichos que van configurando una constante en la economía ecuatoriana gracias a la formación de estas nuevas mayorías que se ha dado en los últimos años. Ahora, al ser controlados los monopolios, las pequeñas empresas van a tener mayores oportunidades.
¿Las grandes empresas están en contra de la regulación?
Sin duda. Hay intereses muy poderosos que quieren evitar que un cambio como el que promulgamos salga adelante, empresas grandes que quieren seguir controlando el mercado.
Por muchos años han abusado los grandes operadores, teniendo ventajas sobre los más pequeños y en algunos casos desapareciéndolos del mercado.
En muchos casos quienes dominan el mercado, aunque son una minoría, tienen una capacidad de decidir sobre todo aplastando a los demás. Impidiendo que nuevos actores, sobre todo los más innovadores con nuevas ideas, energía, sueños, proyectos, puedan entrar al mercado.
La capacidad real de que esa iniciativa creativa, esa energía de la gente pueda concretarse en más aparato productivo, empresas, empleo, es muy limitada.
En el momento que uno tiene un proyecto que está muy bien diseñado e investigado y quiere meterse al mercado le dicen: mejor ni te metas porque aquí está tal persona y si sigues te van a dar palo. A la vuelta de la esquina ellos se encargan de cerrar las puertas, boicotear, hacer mala prensa y sacarte del mercado. La gente tiene miedo de meter sus ahorros, hacer una apuesta de largo plazo en una situación que hay comportamientos mañosos y en algunos casos mafiosos.
¿Hay temor en la ciudadanía a la hora de presentar una denuncia?
La gente ya logra visibilizar el problema, se da cuenta de que ya no hay por qué aguantar abusos de nadie y ni siquiera en el mundo de los negocios. Se da cuenta del potencial enorme que representa frenar los abusos del monopolio, pero se queda a nivel de la queja, no lo denuncia. Tenemos un montón de quejas en la Superintendencia, poca gente hace las denuncias formales.
Hay una situación de temor generalizado, no solo de la gente común sino de empresarios que tienen miedo de los operadores más importantes que hasta ahora han estado lucrando de esa situación de exclusión, abuso y manipulación del mercado.