Un total de 81 tripulantes de las antiguas embarcaciones dedicadas a la captura del camarón langostino presentaron su proyecto productivo de comercio y de servicio ante el Banco Nacional de Fomento (BNF), cuyo crédito es de 300.000 mil dólares con el 5% de tasa subsidiada.            

El Viceministerio de Acuacultura y Pesca presentó en Manta un informe sobre los avances del Plan de Contingencia por la suspensión de la pesca de arrastre en el  Ecuador.  

El titular del despacho, Guillermo Morán, puntualizó que se realiza un trabajo conjunto con la Corporación Financiera Nacional (CFN) y el BNF para ofrecer facilidades  en las líneas de créditos a los tripulantes que dejaron de  capturar el camarón con red de arrastre.

La pesca de arrastre industrial en el país quedó eliminada el 15 de diciembre  pasado por Decreto Ejecutivo. La medida fue tomada en favor del medio ambiente y pescadores artesanales.

Entre las actividades que suplirán esa acción están la compra de embarcaciones, compra o renovación de equipos, motores fuera de borda, modernización de flota pesquera, vehículos térmicos o camionetas para la comercialización de la pesca e infraestructura pesquera: centros de acopio, fábrica de hielo, cámaras de frío, centros para eviscerado y otras alternativas productivas.

Con la CFN se aprobaron créditos para los armadores por un total de 5 millones  185 mil dólares. Tres millones se encuentran en análisis y 2 millones precalificados.
Para los armadores que requieren cupos en otras pesquerías existe un total de 27 recambios de artes de pesca. Unas 13 solicitudes han sido aprobadas para pesca polivalente de enmalle de superficie o fondo y palangre de fondo con anzuelos.                 

Existen cinco solicitudes para la pesquería de anguila, dos para palangre de profundidad con anzuelos para bacalao, 10 con red de cerco para pelágicos pequeños y pesca blanca, ocho para palangre de superficie con anzuelos para pelágicos grandes y dos para calamar gigante.

Unas 62 embarcaciones realizaron el avalúo de los barcos a través de la compensación financiera por retiro definitivo de la actividad. “Con estas alternativas el Gobierno Nacional entrega a los tripulantes y armadores facilidades para incursionar en una nueva fuente de trabajo y mejora de su calidad de vida socioeconómica”, dijo Morán, quien explicó que la pesca experimental de merluza, que culminó el 28 de febrero, es otra de las opciones dentro del Plan de Contingencia.

Con los datos que se recopilaron en cada faena se elaborará un informe que será entregado en los próximos días a la Presidencia.

Juan Carlos Correia, presidente de la Asociación de Armadores Pesqueros, indicó que por día cada barco cargó  unas siete toneladas, de las cuales el 98% correspondió a merluza y el 2% a pesca acompañante.

Dijo que las embarcaciones han cumplido con todos los requisitos que el Gobierno les impuso para que esta actividad pueda ser aprobada.

Estos eran: pescar fuera de las ocho millas, tener a bordo observadores de la Subsecretaría de Pesca y del Ministerio del Ambiente para verificar el proceso, y contar con un sistema satelital para ver en tiempo real la ubicación de la nave.

"La pesca que hemos hecho cumple con todos los requisitos comerciales solicitados. Aunque no somos los que tenemos que evaluar este proyecto, creemos que ha sido exitoso", enfatizó.   

Respecto a las otras 101 embarcaciones que comprendían la flota de arrastre que fue eliminada, Correia sostuvo que el sector espera que las autoridades  den una solución a ese tema. A su criterio se destinarían solo 30 barcos a la captura de merluza.

Dámaso Zambrano, armador de una embarcación, señaló que “la merluza se consume de manera abundante en varios países como Colombia, Venezuela, Rusia, entre otros.

Este pez es de fácil digestión, ya que está compuesto de mucha agua. No tiene hidratos de carbono y es una excelente fuente de proteínas”.