Fundación se autofinancia con proyectos productivos

Ofrecer una formación escolar y un crecimiento digno y libre de violencia a más de 250 niños de distintas partes del país es el principal objetivo de la fundación ecuatoriana Santa María del Fiat, ubicada en Manglaralto, provincia de Santa Elena. La entidad impulsa varios emprendimientos productivos que la autofinancian.

La fundación realiza actividades agropecuarias, como la crianza y faenamiento de cerdos, reses, aves, que luego sirven para la elaboración de derivados. Asimismo, cuenta con una procesadora de soya, miel de abeja y un  taller para la fabricación de muebles tallados en madera y artesanías.

El sacerdote suizo Othmar Stäheli, principal de la fundación, también implementó en el santuario un hogar que acoge a muchos niños, la mayoría huérfanos, de entre  0 y 12 años. Aparte del hogar de acogida, viven en el internado adolescentes y jóvenes a partir de los 12 años.

Stäheli dijo que la mayoría de los niños y jóvenes  procede de familias de escasos recursos económicos y que sin la ayuda de la institución no tendrían ninguna posibilidad de formación académica.

A partir de 1998, la fundación adquirió una piara que actualmente cuenta con 260 cerdos que se comercializan y  utilizan para la elaboración de embutidos en la zona.

El sacerdote recordó que, con el  transcurso de los años, también han sembrado 40.000 árboles, sobre todo especies que están en peligro de extinción y aparte producen derivados de la soya, como leche y carne.

Stäheli aseveró que, desde aproximadamente 5 años, el apoyo de sus amigos dejó de llegar del extranjero y por eso tuvieron que buscar un autoabastecimiento, producción propia que les permitiera obtener ingresos y atender a los más necesitados.

Los productos procesados en la fundación son comercializados en una pequeña tienda todos los días. José Córdova, coordinador de los proyectos de emprendimiento de Santa María del Fiat, manifestó que el principal plan que impulsan es el de la cría de cerdos y procesamiento de embutidos a pase de la carne de este animal, lo que les ha dejado muchos réditos.

“El negocio es rentable. No podemos ampliarnos porque eso va a influir negativamente en la comunidad por los olores que se emanarían”, dijo Córdova, quien expresó que por eso aspiran a obtener la ayuda del Mipro para canalizar de mejor forma sus proyectos.

Recalcó que los productos que procesan son bien vistos por sus clientes y que, al estar industrializados y con el registro sanitario, podrán comercializar los derivados en todo el país y ayudar a más personas en la fundación. Córdova señaló que allí todo es aprovechado, hasta el excremento de los cerdos es enviado a los potreros como abono para pasto.

La titular del Ministerio de Industrias y Productividad, Verónica Sión, junto con un grupo de técnicos de esta cartera de Estado, se reunió el pasado 2 de agosto con los representantes de la fundación, quienes explicaron su actividad productiva.

Ricardo Camacho, coordinador del Ministerio en Santa Elena, dijo que, considerando que la fundación viene trabajando en esta actividad productiva hace algunos años, y que uno de sus objetivos es solventar la acción social que  realizan, el Mipro está acompañándolos para plantear un proyecto de desarrollo en los productos cárnicos de cerdo, ya que tienen un buen manejo de esta actividad productiva.

El Mipro, primero, hará un análisis de la producción que tienen para luego hacerla de una manera más idónea. “Ellos están produciendo de una manera artesanal. La intención es pasar a otro nivel y, de forma más técnica, con otros equipos, mejorar su productividad”, manifestó.

Enfatizó que la primera fase es identificar realmente cuál es el mercado que tienen estos productos en la zona, luego determinar cuál es la factibilidad de establecer en ese lugar una pequeña industria y, posteriormente, entrar en los procesos de producción sobre la base de la demanda comprobada.