La diferencia entre lo que realmente pasó fue significativa
FMI subestimó la tasa del PIB en 6 de 9 ocasiones
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó la edición de abril de ‘Perspectivas de la Economía Mundial’ (WEO, por sus siglas en inglés). En la publicación se señala que, durante 2016, se registrarán tasas negativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en Argentina (-1,0%), Brasil (-3,8%), Ecuador (-4,5%) y Venezuela (-8,0%).
En América Latina por la forma de difusión de los análisis económicos esas cifras suelen ser tomadas como “predicciones” sobre lo que sucederá efectivamente en cada país. Esta eventual interpretación, empero, no es correcta.
Los WEO son documentos con supuestos e incertidumbres
El informe sobre las perspectivas económicas mundiales es un estudio que se prepara dos veces al año (abril y octubre) para las reuniones del Comité Monetario y Financiero Internacional.
A similitud de ocasiones anteriores, el WEO 2016 efectuó algunas suposiciones sobre cuál podría ser el comportamiento macroeconómico en las distintas regiones y países.
Entre los supuestos generales, por ejemplo, se asumió que los tipos de cambio reales permanecerán constantes y en los niveles observados entre febrero y marzo de 2016.
También el WEO 2016 asumió que el precio promedio del barril de petróleo se quedará en $ 34,75 en 2016 y alcanzará $ 40,99 en 2017, manteniéndose sin cambios reales a mediano plazo. Incluso se supuso que la tasa LIBOR interbancaria a 6 meses (depósitos en dólares estadounidenses) tendrá un promedio de 0,9% en 2016 y 1,5% en 2017.
Todos estos detalles son relevantes pero no suelen recibir mayor atención mediática. Cualquier cambio en aquellos parámetros implicará cambio en las proyecciones.
En ese sentido, la observación de las suposiciones conlleva siempre una advertencia: los resultados de los cálculos no son predicciones, sino hipótesis de trabajo.
Por ello, como advierte el WEO 2016 al referirse a sus propios supuestos iniciales, “las incertidumbres que los rodean contribuyen al margen de error que estaría involucrado en las proyecciones”.
La historia de las previsiones muestra tendencia a subestimar
Desde 2008, el WEO mantiene un formato en el cual, para cada una de las economías analizadas, se presenta la previsión de crecimiento a fines de año, en el siguiente año y en cinco años después del año de la publicación.
En cada uno de los WEO publicados en abril se puede encontrar la cifra de lo que el FMI estimaba que podría suceder con una economía. Al comparar los “datos anticipados” con las tasas de crecimiento del PIB que ocurrieron realmente en cada país se observa el nivel de precisión de las previsiones del FMI.
En el caso de Ecuador, las proyecciones del FMI no coincidieron con la tasa de crecimiento del PIB en ningún año desde 2007 hasta 2015 (infografía). Si bien esta circunstancia podría ser admisible en cifras que no deben ser consideradas como “predicciones”, aquellos resultados sí dejan entrever tendencias y sesgos interpretativos.
En las ediciones de abril de los WEO, el FMI tendió a subestimar las tasas de crecimiento del PIB ecuatoriano. Así sucedió en 6 de los 9 años transcurridos desde 2007.
Entre la estimación del FMI y el PIB efectivamente alcanzado se observan errores (por subestimación) que fluctuaron entre un mínimo de 0,2 puntos porcentuales en 2013, hasta un máximo de 4,7 puntos porcentuales en 2011.
Este último error por subestimación puede expresarse en otra forma, el FMI estimó que el PIB ecuatoriano llegaría a 3,2% en 2011 pero el crecimiento alcanzó el 7,9%.
Cuando no incurrió en un error por subestimación, en cambio, el FMI previó más crecimiento que aquel alcanzado. Así, en la edición de abril del WEO 2015, el FMI indicó que el PIB ecuatoriano crecería el 1,9% pero fue de 0,3%.
Las proyecciones del año subsiguiente no son más precisas
El margen de error del WEO no disminuyó mucho cuando intentó proyectar cifras a mediano plazo. En abril de 2007, el WEO indicó que el PIB ecuatoriano crecería el 2,9% en 2008. En esta cifra, calculada con 18 meses de anticipación, se equivocó por 3,5 puntos porcentuales.
A propósito de lo todo anterior, el ministro coordinador de la Política Económica, Patricio Rivera, rechazó las proyecciones del FMI y solicitó que actualice las cifras del país. (I)