FMI reitera autocrítica y promete mejorar herramientas de análisis
El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró hoy su compromiso de fortalecer y agudizar sus herramientas para prevenir futuras crisis, entre las que destacó la necesidad de prestar mayor atención a las interconexiones económicas globales.
"La incapacidad para identificar la acumulación de vulnerabilidades en el periodo de antes de la crisis es un hecho humillante que debe ser encarado", afirmó Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en un comunicado ante el Comité Ejecutivo.
Lagarde realizó estas declaraciones tras la presentación de la revisión trienal de las labores de vigilancia financiera y económica mundial del organismo multilateral.
En este sentido, la directora gerente afirmó que el FMI trabajará en el futuro para que la supervisión económica esté "tan interconectada como la economía global".
El análisis del organismo multilateral reconoce que su supervisión es "demasiado fragmentada", las evaluaciones de riesgo "carecen de la profundidad requerida" y se presta "poca atención a los canales de transmisión" entre las diferentes economías.
Entre los elementos investigados se citan, por ejemplo, una "problemática insatisfacción" de sus socios ante las evaluaciones de los tipos de cambio y una "falta de transparencia" en los procesos de análisis.
Además, afirma que la supervisión tiene "un impacto desigual entre los países miembros y parece recibir menos atención por parte de las economías grandes".
Como recomendaciones, remarca "la necesidad de aumentar las llamadas de atención ante posibles riesgos, incluso en tiempos aparentemente calmados".
El informe, que se presenta cada tres años, incluye también sugerencias de expertos externos, como el premio Nobel de Economía en 2001, Joseph Stiglitz, que subraya la importancia de una "supervisión imparcial y diseñada específicamente para las necesidades de cada país".
En su reporte de hoy, el organismo reconoce las críticas vertidas por su unidad de evaluación independiente (IEO) a comienzos de este año, en los que afirmaba que en el periodo 2004-07 se minimizaron los riesgos que desembocaron en la mayor crisis financiera y económica global en décadas.
Según este órgano auditor, gran parte de estos problemas se debieron a una cultura en la que impera el pensamiento único y que desalienta las críticas.
A partir de ahora, los informes de "Perspectivas Económicas Globales" que se presentan bianualmente contarán con información más detallada y las auditorías se realizarán cada dos años en lugar de cada tres. EFE