Los criterios sobre lo que ocurrirá en el país en materia económica este año están divididos. Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, asegura que el volumen de financiamiento que requiere el Gobierno Nacional sería superior a lo contemplado en el Presupuesto General del Estado (PGE).

En un conversatorio desarrollado  el pasado miércoles por la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), Ortiz mencionó distintos rubros de gasto que sumarían alrededor de $ 10.000 millones. A su criterio, esa sería la necesidad real de financiamiento para este año y no los $ 6.601 millones definidos en el PGE.

Para su cálculo, redondeando números, incluyó los siguientes valores: $ 2.500 millones (déficit fiscal aprobado por la Asamblea Nacional), $ 1.000 millones (pago aproximado a la Oxy), $ 500 millones (valores por ajustarse), $ 2.500 millones (pasivo circulante) y $ 2.600 millones (amortización de deuda).

Aunque Ortiz insistió en que el financiamiento superaría los $ 10.000 millones, si se suman los datos que el exministro mencionó se obtiene un valor inferior, es decir, $ 9.100 millones. No obstante lo anterior, se mantiene una diferencia sustancial con la estimación oficial.

Pero, ¿por qué las cifras no cuadran con los datos que maneja el Gobierno? Por un lado Ortiz afirma que en el PGE existen valores “inadecuadamente registrados”. Para justificar su argumento, se refirió al gasto por intereses que en 2015 fue de $ 1.764 millones, unos $ 14 millones más de lo presupuestado para 2016 por $ 1.750 millones.  

También hizo reparos sobre el pasivo circulante, es decir las facturas vencidas por pagar a proveedores. Ortiz afirmó que este rubro dista de los $ 1.558 millones del presupuesto fiscal.

Su conclusión fue que “lo más probable es que se consiga toda la plata para pagar deudas del pasado y la economía no consiga dólares para ser gastados y que puedan ser convertidos en déficit fiscal que empuje a la economía, con un déficit fiscal esperado en 2016 de 2,5% del PIB”, especuló.

En la otra orilla del análisis, se encuentra el Estado con una postura completamente distinta. Desde que se presentó la proforma presupuestaria, las autoridades indicaron que las necesidades de financiamiento llegan a $ 6.601 millones, de los cuales $ 4.600 millones estaban identificados y $ 2.000 millones por identificar.

Al respecto, durante la entrevista televisiva realizada al presidente de la República, Rafael Correa, el pasado martes el periodista mexicano Alberto Padilla preguntó “¿de dónde van a sacar el dinero para financiarse?”. Lo dijo citando el desaceleramiento económico de China y Rusia, la posición del Gobierno frente a créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la caída de los precios del petróleo.

El Mandatario respondió recordando que, con respecto a la obtención de financiamiento para 2015,  los analistas auguraron también escenarios negativos, pero el Gobierno consiguió $ 6.400 millones.

Fausto Herrera, ministro de Finanzas, anunció $ 3.000 millones de crédito que vendrán de China; lo demás corresponde a deudas suscritas el año pasado que constituyen desembolsos en marcha y financiamiento “roll over” de deudas internas que ascienden a unos 2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
“Con eso se financia el presupuesto de 2016”, afirmó el ministro, al tiempo de mencionar que en el transcurso del primer trimestre del año se solventarán los pagos retrasados.

En cuanto al pasivo circulante, en noviembre de 2015, Patricio Rivera, ministro de la Política Económica, explicó que ese valor corresponde a compromisos pendientes de las petroleras estatales Petroecuador y Petroamazonas con proveedores.

Cuando Ortiz mencionó el tema  no precisó cuáles serían las deudas adicionales que incrementarían este monto en particular.

“No ha existido despilfarro”

Por otra parte, en una entrevista por televisión, Eduardo Valencia, exdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), manifestó que “el Gobierno manipula las cifras” sobre la tasa de variación anual del PIB per cápita. Dijo que, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), los momentos de mayor decrecimiento se registraron en 1969 y 2015.

Al respecto, utilizando datos actualizados del BCE y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el ministro Rivera sostuvo que, si se considera lo sucedido desde la década del 70, el nivel más alto del crecimiento del PIB per cápita fue de alrededor de 4% y sucedió entre 2010 y 2014. (Ver infografía).

A su vez, el funcionario señaló que en 2006 el gasto de inversión fue 23,8% y el gasto corriente 76%. En cambio, en 2014 la inversión ascendió a 44% y el gasto corriente disminuyó a 55%. (I)