7 recomendaciones del BID sobre política económica para Ecuador
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó este 6 de noviembre un estudio sobre las principales reformas que se implementaron en Ecuador para revertir el estancamiento económico de los años ochenta y noventa, aumentar la cobertura y calidad de la infraestructura, reducir la pobreza e impulsar el crecimiento de la clase media. En la investigación participaron 25 expertos.
El estudio denominado “Reformas y Desarrollo en el Ecuador Contemporáneo” formula una serie de recomendaciones necesarias para adaptar las políticas públicas a una nueva coyuntura internacional menos favorable, y a las nuevas demandas sociales producto de una mayor clase media.
“El prolongado y profundo efecto que ha tenido el choque petrolero de 2014 en Ecuador evidencia que el modelo de desarrollo que gradualmente se había conformado en el país ya no es sostenible”, recoge un comunicado del BID sobre la publicación.
El libro analiza la gestión macroeconómica del Ecuador desde la crisis financiera de fines del siglo pasado, la inversión del Estado en los sectores de infraestructura y la evolución e impactos de las políticas sociales. Las principales recomendaciones del organismo son:
- En el corto plazo, la prioridad debería ser completar el proceso de saneamiento macroeconómico en curso. Sin embargo, el país también necesita sentar las bases para que en un futuro las políticas macroeconómicas jueguen un papel de estabilización en vez de amplificar el ciclo, “como han hecho en el pasado reciente”.
- También es necesario poner en marcha políticas que ayuden a mitigar las distorsiones que afectan a la asignación de los factores de producción en el país, y potenciar la inversión privada como motor del crecimiento y de la productividad.
- Adoptar un modelo de mayor apertura comercial, potenciando el peso del sector exportador y tomando las medidas necesarias para atraer mayores volúmenes de inversión extranjera y de esta manera reforzar la sostenibilidad de la dolarización.
- Si bien la fuerte inversión en infraestructura de la última década ha tenido resultados notables, la brecha de infraestructura del país sigue siendo enorme. Se estima que requeriría una inversión adicional de aproximadamente 2,5 veces el PIB para converger al nivel de los países de la OCDE.
- Dado el contexto fiscal, es improbable que el sector público pueda movilizar por sí solo estos montos. Ecuador debería aumentar la eficacia y eficiencia de su sistema de inversión pública y promover las asociaciones público-privadas (APP) para cerrar la brecha de infraestructura.
- Para el sector transporte, el libro enfatiza la necesidad de abordar un proceso de fortalecimiento institucional integral. En el sector de agua y saneamiento, se plantea revisar los marcos tarifarios y fomentar una mayor participación de los operadores privados para lograr la cobertura universal. En energía, se explora el potencial de ahorros fiscales que supondría la eliminación progresiva de los subsidios a los combustibles.
- Dado los grandes avances en los indicadores sociales, se recomienda que el proceso de consolidación fiscal en curso no se lleve a cabo a costas de la inversión social, y que se tomen medidas para mejorar la focalización y calidad de este gasto.
El BID es la principal fuente de financiamiento multilateral para Ecuador con una amplia cartera de proyectos en múltiples sectores. (I)