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Entrevista / santiago vásquez/ director general del servicio nacional de contratación pública
"En agosto habrá una nueva subasta para adquirir 400 fármacos más"
En la primera quincena de julio finalizó la última fase de la Subasta Corporativa Inversa de Medicamentos convocada por el Estado ecuatoriano en 2015. Santiago Vásquez, director general del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), evalúa los resultados de esta modalidad de compra pública.
¿Cuáles son los resultados de la subasta de medicamentos?
En los últimos 6 meses, —con el concurso del Ministerio de Salud Pública (MSP), el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas del Ecuador (Issfa) y el Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol)—, el Sercop analizó unas 4 mil propuestas para la adjudicación de 416 medicamentos.
Esto implicó contestar más de 5 mil preguntas efectuadas por los oferentes. Estas tareas fueron posibles gracias a una plataforma electrónica que generó transparencia y facilitó un relacionamiento directo con los proveedores, evitándose así la intermediación de lobbies, la discrecionalidad o cualquier intercambio de documentos físicos. Una vez analizadas esas 4 mil documentaciones, se adjudicaron 315 medicamentos a 77 empresas ganadoras, y el Sercop ya firmó contratos con 50 empresas nacionales y 8 internacionales.
El 80% de la subasta fue adjudicado a empresas nacionales, y el 45%, a empresas que tenían preferencias por parte del Ministerio de Industrias. La subasta inversa de medicamentos le ahorró $ 300 millones al país.
¿Qué implicaciones concretas tiene la subasta y sus resultados en la operación cotidiana del sistema público de salud?
Desde el viernes 1° de julio, desde cualquier parte del país, las unidades de salud pueden acceder al catálogo de medicamentos ingresando a www.sercop.gob.ec. En el catálogo, se encuentran las especificaciones técnicas de los medicamentos y un ‘carrito de compras’ a través del cual, en forma desconcentrada, cualquier unidad de salud puede solicitar directamente aquello que necesita. La orden de compra se transmite electrónicamente al proveedor que firmó un convenio marco con el Sercop. A partir de la recepción de la solicitud, el proveedor tiene 15 días para enviar los medicamentos demandados. Posteriormente, la Unidad de Salud efectúa el pago al proveedor con base en los precios fijados en la subasta.
¿Podría citar ejemplos de ahorro en los precios de medicamentos?
Ante todo, considero oportuno agradecer a las 161 empresas que participaron y a las 58 empresas que firmaron contratos y se mantuvieron firmes a pesar de los ruidos mediáticos generados.
Gracias a una participación transparente, electrónica, desconcentrada y segura, logramos, por ejemplo, un ahorro del 97% en el precio unitario de la metformina, un antibiótico muy potente cuyo precio anterior era $ 0,28 y ahora es $ 0,009.
Algo similar sucedió con el valor unitario del ácido zoledrónico, un medicamento para prevenir o tratar la osteoporosis, cuyo precio disminuyó de $ 92,68 a $ 3,40 por unidad y, también con el losartán cuyo precio unitario bajó de $ 0,13 a $ 0,005.
Por otra parte, algunas de las medicinas en las cuales obtuvimos los principales ahorros fueron amoxicilina + ácido clavulánico ($ 6,2 millones de ahorro), sales de rehidratación oral ($ 4,3 millones de ahorro) y meropenem ($ 3,8 millones de ahorro).
¿Cómo fueron posibles ahorros de esa magnitud?
Una cosa es que cada una de las 6 mil unidades de salud del país compre individualmente y por su propia cuenta los medicamentos que necesiten y otra cosa muy distinta es agregar la demanda de esas 6 mil unidades y hacer una compra para 2 años.
Cuando el Estado plantea una compra agregada y a largo plazo, el proveedor adquiere la certeza de que no operará en un mercado ‘spot’ sino en un mercado planificado. Cuando efectúa una venta y no sabe si podrá volver a realizar otra venta a futuro, el proveedor establece el precio para el medicamento que considera adecuado en el contexto de aquellas circunstancias.
Sin embargo, cuando el proveedor puede acceder a una comercialización garantizada para los 2 próximos años, cuando el proveedor está obligado a competir en precios con otros 10 participantes en una subasta, entonces los precios bajan.
El proveedor disminuye su nivel de rentabilidad de corto plazo, pero extiende su permanencia en el mercado. La compra pública permite que existan aquellos resultados porque el proveedor está trabajando para toda la red pública, es decir, ya no tiene que ir a intentar colocar su producto por sí mismo en centenares de unidades de salud dispersas en el territorio.
Ante esos precios sorprendentes, ¿se podría pensar que se efectuaron compras de medicamentos de baja calidad?
En el Ecuador, el registro sanitario, la farmacovigilancia y el control por registro garantizan la calidad del medicamento. En el país se efectúan los mismos controles que se hacen en Estados Unidos o Europa. Es mentira que se compre medicamentos con menor calidad. Lo realmente sorprendente es otra cosa: antes se vendían medicamentos con un precio hasta 600% más alto que aquel existente en los países vecinos. Las diferencias de 600% en el precio no significaban un diferencial de 600% en la calidad de los medicamentos. Eso no era cierto.
Esos grandes diferenciales de precio respondían a estrategias de control de mercado que les permitían a ciertas empresas farmacéuticas lograr rentabilidades muy altas debido a la ausencia de reglas claras de juego. Por otra parte, en la página del catálogo utilizada por las Unidades de Salud para efectuar sus adquisiciones, se colocará un dispositivo para realizar controles adicionales de calidad. Estos consistirán en muestras aleatorias de medicamentos que se tomarán de las unidades de salud y se llevarán a laboratorios nacionales o internacionales. Los resultados se presentarán públicamente.
También, en cualquier momento, la ciudadanía podrá escribir al correo [email protected] para denunciar eventuales situaciones en las cuales, en el ámbito de las unidades de salud, se diga a los pacientes que no existe determinado medicamento. El Sercop creará incluso un aplicativo para celulares que le permitirá al ciudadano verificar qué medicamentos y en qué cantidades adquirió una unidad de salud.
A futuro, ¿se realizarán nuevas subastas de medicamentos?
El cuadro básico de medicamentos contiene unos 800 ítems que cubren el 95% de las enfermedades más recurrentes de la población ecuatoriana. La subasta que concluyó a principios de julio abordó una parte importante de la compra pública pero no la agotó.
En razón de lo anterior, y por disposición del Presidente de la República, el Sercop subastará todos los medicamentos del cuadro básico. El próximo agosto lanzaremos una nueva subasta para adquirir aproximadamente otros 400 medicamentos. Hasta fin de año, esperamos concluir este nuevo proceso y adjudicar los medicamentos restantes. (I)