Por mutuo acuerdo, Petroecuador y las empresas Viadmau y Promanti terminaron los contratos de mantenimiento de la Refinería de Esmeraldas, debido a que ambas firmas participaron en la fallida repotenciación.

Las dos compañías también son cuestionadas dentro de las investigaciones por los casos de corrupción vinculados a la constructora Odebrecht.

El 26 de febrero el ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, Carlos Pérez, señaló que la decisión fue tomada por una “orden presidencial”.

Para esto se coordinó con la Secretaría Anticorrupción de la Presidencia de la República. Los funcionarios que permitieron la contratación de Viadmau y Promanti ya fueron separados de Petroecuador.

La repotenciación que tuvo la refinería entre 2008 y 2015 triplicó su presupuesto original, que llegó a un costo final de $ 2.200 millones. Sin embargo, la planta presenta inconvenientes técnicos.

Según el informe técnico avalado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para una adecuada operación se requieren nuevas inversiones por alrededor de $ 172 millones.

El viernes 1 de febrero se inició el nuevo mantenimiento de las instalaciones de la Refinería de Esmeraldas.

Las actividades se extenderán durante 54 días y se concentrarán en las unidades No Catalíticas 1 y Catalíticas 1, de la sección de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC).

Esas unidades refinan hasta 55.000 barriles de crudo diarios, produciendo Diésel 2, Naftas y gas licuado de petróleo (GLP).

Mientras duren los trabajos, la provisión de combustibles se fortalecerá con importaciones. La refinería no paralizará todas sus operaciones. Cerca de $ 18 millones invertirá Petroecuador en la para programada.

La petrolera realizará un nuevo proceso de licitación para contratar a las empresas que se encargarán de las actividades que tenían previsto ejecutar Viadmau y Promanti. (I)